Compañeros, os he fallado y estoy muy arrepentido de ello. Por eso he redactado este texto a modo de explicación y disculpa.
En primer lugar expondré los motivos por los que no realicé el pago a tiempo. No sen trata de que me desentendiera del proyecto (consultaba los avances a diario), ni que no tuviese dinero para afrontar el gasto. Mi problema ha resultado de la poca previsión, pero sobre todo de mi incapacidad para decidir y actuar de modo autónomo. Procedo a explicarme.
Para bien o para mal soy una persona acostumbrada a consultar muchas decisiones importantes mis padres. “Que inútil este tío, las va a pasar canutas en la vida”, pensaran algunos. No os quito razón si es vuestro caso porque es cierto. Soy consciente de que el día a día nos presenta multitud de encrucijadas en las que nos vemos obligados a optar por un camino u otro, a menudo sin vuelta atrás, y esta decisión la deberá adoptar cada individuo según su criterio personal; siendo esta acción un sinónimo de madurez. Pues llamadme inmaduro, inseguro, niñato…lo que os parezca; pero en las dos decisiones más importantes de mi corta vida me la he pegado.
¿Ciencias o letras?. En principio iba por ciencias para tener más puertas abiertas, pero mis profesores convencieron para que fuese por letras alegando que era bueno en esa rama y tendría un bachillerato fácil. Quizá fuera así, pero por el contrario me ha impedido acceder a los estudios que son mi auténtica vocación.
¿Empresariales o derecho?. En la preselección de carreras que hicimos para que la uni fuese calculando plazas puse, de una lista de cinco, ADE como primera opción y derecho como cuarta. Un cúmulo de circunstancias hizo que tras aprobar Selectividad, diera con mis huesos en la facultad de derecho. Ahora, mientras escribo estas letras, me encuentro en clase de derecho constitucional; dando un tema tan interesante como son las “fuentes del derecho”. Echo la vista atrás y veo en el cenagal en el que me he metido. Un truño de carrera que no me aporta nada y que me está trayendo por la calle de la amargura. Y en esas estamos. Preguntándome porqué lo elegí cada día cuando me levanto, y que será de mí al acostarme. Siento haberme ido por las ramas pero lo he hecho para poneros en la tesitura de mi “delicada” situación personal.
Desde que llegó el mensaje con los datos bancarios y el plazo intenté en los momentos que pude buscar esa aprobación que necesito. No desde el principio por una sencilla razón; me estaban dando los resultados de los exámenes del primer cuatrimestre y la verdad es que no fueron los mejores. Como la cosa no estaba aparente deje correr el tiempo hasta que la tensión disminuyese. Pasado un tiempo creí sería capaz de lograr mi objetivo:
Primer intento. A 15 días de fin de plazo: “Mamá, tengo que pagar el reloj del foro, ¿puedo o no?. Su mirada denotó desaprobación.
Segundo intento. 13 de marzo: “Mamá, tengo que hacer el ingreso y el último día es el viernes, ¿puedo…?. Contestación: “Tú verás hijo. Considera si te lo mereces o no”. Bien, bien. Encima remuérdame de sentir culpable por las malas notas. Ese día y el siguiente tardé tres horas en dormirme. Para el jueves había recuperado mi autoestima y estaba decidido a hacerlo a la tarde, después de la uni. Por desgracia consulté mi calendario y descubrí que tenía prácticas. Consecuencia: de 9 a 6:30 ocupado. Llegué hasta los cojo***. Me dije a mi mismo que si falta lo haría el viernes.
Y llegó el viernes 18. Me levanté, desayuné, encendí el ordenador para mirar las noticias y….alerta de mensaje. Era la delegada de curso. Decía que habían cambiado las fechas de una conferencia de derecho medieval castellano, y que teníamos que ir los dos grupos a la tarde (aunque yo libraba). Lo malo es que son de asistencia obligatoria si quieres optar al 20% de la nota.
Dejé todo listo para ir al banco según llegase a casa. Y así pensaba hacerlo. Fui donde mi madre y le avisé de que iba a hacer el pago. Me miró sorprendida y seguidamente me puso al corriente de una terrible realidad; los bancos solo abren a la mañana hasta las 2. Mi corazón pegó un brinco. Primera noticia que tenía. Se nota que no tengo cartilla de ahorros. Seguidamente me cabreé y le eché en cara el escaso apoyo que había recibido para decidir gastarme el dinero. No fumo, no bebo, no voy de fiesta ni tengo vicios. No tengo ningún hobby caro salvo éste. Puedo dar a entender que soy un pesetero. No es así; simplemente no trabajo y como están los tiempos creo que hay que cerciorarse de si merece la pena lo que compras.
Aún no estaba todo perdido porque me dijo que hay una sucursal que abre a la tarde en un centro comercial. Y allí fui. Les dije que quería ingresar un dinero. Me contestaron que solo podían hasta las 6. Me resigné y acepté la realidad. Me fallé a mi mismo y os fallé a todos. Puede pareceros una tontería, pero fue un palo gordo para mí el decepcionar a personas que ni siquiera conozco. Dejé pasar los días sin entrar en el foro porque tenia miedo de ver lo vi, la verdad. Mi palabra incumplida había perjudicado a muchos compañeros. Eso explica que apareciera como “conectado” aunque no me pronunciase. Este sábado pasado he vuelto a dormir mal pensando en vosotros. El domingo me prometí dar explicaciones y hoy las hago factibles.
Por todo esto pido perdón de corazón:
- A los organizadores de la conjunta. Por minusvalorar su labor.
- A los felices futuros propietarios de los relojes. Por poner en peligro su ilusión y su “coste de oportunidad”.
- A la novia del forero juanito. ¿Será militar?. Mi admiración si es así.
Por último, decir a la administración del foro que acepto si lo creen pertinente, la clausura de mi cuenta. Si eso llegase a producirse; señores, ha sido un placer. En este tiempo he disfrutado mucho leyéndoos y aprendiendo. Sin rencor; gracias por todo y siento lo sucedido:
RAGNOS
P.D: Este jueves es mi cumpleaños. Cumplo 20 años. En casa he pedido que no me regalen nada porque no me lo merezco. A vosotros os pido un regalo que me haría mucha ilusión; el perdón (aunque tampoco lo merezco).