Hace un tiempo os conté cómo con la complicidad de nuestro amigo Dadogon y un compañero de trabajo, mi novia Bea me regaló un DW-9200.
El compañero en cuestión que hizo de gancho durante la broma, tuvo en su niñez un caja roscada que quería recuperar. En aquél momento yo creía que se trataba de un 5600C, pero tras sonsacarle e investigar un poco, resultó ser un DW-5700C-9GV. Un modelo muy poco abundante de 5700, según creo. Display, botones y trabilla “gold”, y bisel con todas las letras amarillas (foto de la red).
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A mi colega le hacia mucha ilusión recuperar su reloj, pero no es víctima del virus G, y por tanto, al ver que tendría que buscar algo para restaurar, o pagar un precio alto por uno ya rejuvenecido, decidió pasar y seguir con su 2110, un modelo que le gusta pero que no le trae las sensaciones ni los recuerdos del viejo 5700.
Es un gran colega, y su complicidad cuando me regalaron el 9200 contribuyó a que me hiciera tanta ilusión. Así que me encargué yo del asunto sin que él sospechara nada.
Fué imposible localizar exactamente el 5700C-9GV. Imposible, ni debajo de las piedras. Pero apareció en USA un 5700C-9V, un modelo “gold” muy parecido al 9GV, en aparente buen estado y a buen precio. Y pese a intentar razonar con él, el pavo que lo vendía se negaba a enviar el reloj a España. ¡Cachis!
Pujé de todos modos, y gané la subasta gracias a la insistencia de Bea, que me animó a ganar el reloj, primero (el precio era estupendo) y preocuparme por el envío, después. Al final, con algo de vergüenza, le pedí a un conocido que viene con cierta frecuencia al trabajo, de origen indio, pero residente en Tennessee, que recibiese el paquete por mí y luego me lo enviase. Afortunadamente, es un gran tipo y aceptó.
Al poco llegó el reloj.
Hmmm, sensaciones encontradas.
El bisel y la correa estaban abrasados. En particular, el bisel estaba rajado por todas partes, y en cuanto intenté quitarlo se rompió aún más. Ahí va una foto de cómo quedó (el color amarillo en el fragmento superior es un experimento mío).
Contaba con ello, así que no fue un problema. Había pillado un bisel original. El inconveniente es que ese bisel era del modelo 1V, con letras rojas y blancas. Aunque el bisel original del 9G es blanco y amarillo, el bisel sólo amarillo de su reloj es una de las cosas que mi amigo recordaba más vívidamente. De modo que era importante mantener una estética lo más próxima posible a la del 9GV.
Ahí va una referencia a los distintos modelos de este reloj y sus esquemas cromáticos: Watch Archive Search | Library for all brands of wristwatches.
Asi que, aunque suponía falsear el reloj original y sé que los puristas no veis eso con muy buenos ojos, decidí imitar el bisel del 9GV pintando de amarillo todas las letras.
No fue fácil. Primero el amarillo era exageradamente chillón, luego la pintura se levantaba al quitar el exceso. Al final tras unos cuantos intentos y mezclas, la cosa quedó medio aceptable. Amarillo demasiado brillante para mi gusto, pero no quise repetir por miedo a fastidiarla en el siguiente intento. Esto es como todo: los que saben hacerlo dirán que es fácil, a aquellos que no sabemos hacerlo no nos lo parece tanto…
El resultado, para bien o para mal, fue este:
http://i1031.photobucket.com/albums/y380/gtfeckner/DW-5700C-3_zpsfaa8784c.jpg
Otra decepción fue ver que el botón de la luz estaba suelto. Abrí la caja y comprobé que la junta de goma estaba razonablemente bien, y que el problema del botón era símplemente que se había salido el chavetero que hace tope dentro. La tórica que hace estanqueidad en los botones estaba presente y en aparente buen estado. Asi que me limité a limpiarlo todo y recolocar el chavetero, apretándolo un poquito para que recuperase tensión y no volviera a soltarse. Tuve el reloj un buen rato en agua, y aparentemente hay buena estanqueidad (mi compañero no suele bucear a 200 metros, prefiere quedarse a 195).
Y en el lado positivo, la caja y el cristal estaban impecables. La tapa roscada daba gloria verla, pulida a espejo y sin la menor imperfección. Limpieza exhaustiva, montaje de correa y bisel, y reloj como nuevo.
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Supongo que ahora este reloj es lo que llamáis un “Frankenstein”, con un bisel pintado en una combinación de colores que técnicamente no es la suya (las letras interiores deberían ser blancas para respetar el esquema del 9V, ó el “Alarm Chronograph” azul para respetar el del 9GV), pero me pareció importante respetar lo que su dueño recordaba más del original: precisamente el bisel con letras amarillas.
Unos días después de recibirlo, le entregué el reloj a mi compañero. Le hizo mucha ilusión, y para mi sorpresa, le gustó que el tono de amarillo fuese así de brillante (no le engañé, le expliqué el proceso seguido por su nuevo reloj, y valoró especialmente las molestias que me había tomado). Ni siquiera recordaba que el 9GV tuviera parte de las letras en azul. Por lo que él podía recordar, mi regalo era idéntico a su antiguo reloj.
Así que perfecto.
Por mi parte, encantado de ofrecerle algo que le traiga buenos recuerdos de su niñez.
Además, al día siguiente me lo compensó con la mejor tortilla de espárragos trigueros del mundo, recogidos a mano por él mismo. Una delicia. Así cualquiera regala relojes.
Disculpad la escasez de imágenes y exceso de texto. La fotografía no está entre mis aficiones y mi móvil no da para mucho. Además, fotos hay muchas por internet, y soy de los que prefiere centrarse en la historia que hay tras un reloj. Es la forma de que no sean simplemente objetos, sino algo especial.
Un saludo a todos.
y buenos amigos también.