Tercer y último artículo que le dedico a Helmut Sinn. Ya escribí sobre Guinand aquí, y en parte reutilizo lo dicho allí.
Primera parte: Danke Herr Sinn: el señor Sinn (I)
Segunda parte: Danke Herr Sinn: Sinn-Spezialuhren (II)
La gente que ha conocido a Helmut Sinn siempre destaca su vitalidad y sus ganas de trabajar. Cuando Helmut Sinn vendió Sinn-Spezialuhren en el otoño de 1994 pensaba que el momento de la retirada había llegado. Había tenido varios problemas de salud, y con 78 años ya se había ganado un descanso. Pero realmente él nunca pensó en ser un pensionista al uso, más bien quería seguir trabajando para Sinn-Spezialuhren como asesor. No se sabe muy bien lo que pasó, pero Helmut Sinn fue rechazado.
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A Sinn le faltaba su actividad diaria, y en 1996, con 80 años, vuelve a empezar y funda lo que sería su tercera empresa relojera, que llamó Jubilar-Uhren, más conocida como Chronosport y que después se llamaría Guinand. Y con Guinand hay que empezar esta historia.
Guinand es una empresa con historia en el mundo de la relojería. Fue fundada en 1865 por los hermanos Julien-Alcide y Charles Leon Guinand en Les Brenets con el nombre de Guinand Freres. IWC, por ejemplo, fue fundada 3 años más tarde, o Breguet, 10 años después.
Los hermanos vendían sus relojes al norte de Europa y América, pero la crisis económica de finales de los 70 fue un duro golpe para la empresa y solo Leon, un buen maestro relojero, se encargó de Guinand. Desarrolló su propio cronógrafo y empezó a venderlo en 1881. Lo de hacer cronógrafos se le dio bien a Leon, que también desarrolló, entre otras complicaciones, un cronógrafo con minutera y otro rattrapante. Unos de sus mayores éxito llegó en torno a 1900, cuando patentó un cronógrafo con taquímetro que fue mundialmente conocido.
En torno a 1910 la empresa ya fabricaba cronógrafos de pulsera y servía al gobierno francés e italiano, así como al almirantazgo inglés.
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Los cronógrafos rattrapante Guinand eran reconocidos a nivel mundial y la empresa llevaba un doble negocio, la venta de relojes y la mejora de calibres para una multitud de empresas relojeras como Zenith. En 1945, el hijo de Leon convirtió la empresa en una sociedad anónima y pasó a llamarse Guinand Watch Co. S.A.
En 1953 Guinand empieza su relación con Helmut Sinn, quien en 1961 fundaría Sinn-Spezialuhren. A la postre uno de sus mejores clientes/socio y empresa histórica de la relojería alemana en el siglo XX. Guinand montó la maquinaria de la mayoría de los relojes Sinn-Spezialuhren y sobrevivió bastante bien a los altibajos de la relojería suiza por la crisis de los cuarzos. Pero después de que Helmut Sinn vendiera la compañía en 1994 no habían tantos pedidos.
Ya es 1996 y Helmut Sinn tiene 80 años. A esa edad decide fundar su tercera empresa relojera, convirtiéndose en el emprendedor más viejo de Alemania, que llamará Jubilar-Uhren. También compra Guinand Watch Co. S.A. y la traslada a Lengnau, en el cantón de Bern. Guinand compartió techo con Rüfli, un importante montador que trabaja, entre otros, con Soprod. Parte de los trabajadores de Rüfli podían trabajar para Guinand si esta lo necesitaba.
Jubilar-Uhren tenía dos líneas, Jubilar-Uhren para relojes de bolsillo y Chronosport para relojes de piloto. Y se cimentó sobre los viejos principios de Helmut Sinn. Otra vez la calidad era una prioridad, su mejor publicidad. Un equipo pequeño de trabajo y el famoso lema “So perfekt wie möglich, aber nur so teuer wie nötig”, que significa “Tan perfecto como sea posible, sólo tan caro como sea necesario”.
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El negocio se volvió a basar en la venta directa, lo que mantuvo los precios bajos. Solo vendía desde el edificio de Guinand en Fráncfort del Meno y aceptaba pedidos por carta o por teléfono (cuentan que incluso respondían al E-Mail). Helmut Sinn siempre contó con la simpatía de muchos aficionados que lo siguieron en esta nueva aventura como clientes fijos. Se decía que si querías comprarte un reloj Sinn, tenías que comprarte un Guinand.
Sinn se mostró muy orgulloso del Guinand WZU-5 (44,8 mm y 14,5 mm de grosor), un reloj que con un solo calibre con base Unitas 6497-1 es capaz de mostrar hasta 5 zonas horarias.
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Es quizá el mayor logro de Guinand desde el punto de vista técnico.
Las comparaciones entre Sinn-Spezialuhren y la Guinand de Sinn son inevitables. Por ejemplo, no fueron pocos los que optaron por comprarse Guinand 60.50 Tachymeter en detrimento del famoso Sinn 144.
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- Bonita trasera del Guinand con la firma de Sinn.
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La diferencia de precio podía ser de entre un 10 y un 15% en favor del Guinand. Los dos muy parecidos en acabados, por no decir casi iguales. Sinn-Spezialuhren siempre ha dicho que los suyos eran con acabo top, pero Guinand remataba sus relojes en Suiza y no por ello subía el precio. A favor de Guinand también estaba su servicio al cliente, en la mayoría de las veces gratis incluyendo el envío del reloj. Por este tipo de cosas Helmut Sinn siempre fue especial y querido.
En 2006, después de celebrar su 90 cumpleaños, Sinn deja el control de Jubilar-Uhren en manos de Horst Hassler y cambia el nombre de la empresa a GUINAND-UHREN Helmut Sinn GmbH. Hassler fue un digno sucesor de Sinn y siguió la filosofía y el buen hacer de Sinn.
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Por desgracia es de suponer que para una empresa así es muy difícil sobrevivir. Guinand ha pretendido funcionar de una manera muy clásica, sin publicidad, con innovaciones muy pequeñas y teniendo un trato directo con el cliente.
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Se puede decir que Guinand funcionaba como una firma relojera del siglo XIX en el siglo XXI. Había que ir a la puerta de su casa y prácticamente el dueño era el que te abría la puerta. Si nada cambia, Guinand dejará de existir próximamente y con ella se acaba una bonita historia de relojes suizos y alemanes, y la de un piloto que hacía instrumentos de medición.
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Fuentes: