La noche de fin de año del 2014, deje un sniper puesto a un reloj Usa, de carga manual y de estética diver, ya que entre los efluvios de los aperitivos, y mientras horneaba la cena, me había gustado la esfera.
Sinceramente me olvidé de su existencia hasta que el día 2 el vendedor me dijo si pagaba o no :D, misterios del cava, el vino, los aperitivos, y los “postres”.
Cuando me llegó, la esfera era bonita a rabiar… pero la caja era de plástico y pequeña, el bisel fijo y con la numeración descolorida… pero el mecanismo de 17 joyas suizo iba de maravilla, y la esfera me seguía gustando. Por todo ello, quedó relegado a la caja de “algo haremos” durante todos estos meses.
La marca… Kermin Sea 69 17ft.
El otro día, soñando (si, soñando, hasta con relojes sueña uno), soñé con el Franken. Tenía una caja de diver 100m, con trasera y corona roscadas, cristal de zafiro… que procedía de un lote de chatarras pescado por ebay. Era un cuarzo inundado al meterlo en el agua con la corona sin roscar, con armis macizo (end links no, eso si). Quedó en la caja de “algo haremos” durante al menos dos años… hasta ayer.
Ayer decidí fusionar los dos mundos, el diver de verdad, con el vintage que quería ser un diver. Me costó encastrar la camisa del vintage en la caja diver, y me costó que no tocara esa camisa con la tapa. Me costó ajustar la tija para que la corona cumpliese su función de roscar y desenroscar… además de ajustar perfectamente en la posición de dar cuerda y en la de cambio de hora… pero el resultado creo que merece la pena. El único punto negativo es que por el camino me dejé el punto de lumen de las 6, es lo que tiene manipular vejetes, que se pueden deteriorar.
Sin mas, unas fotos. Espero que os guste.