Hola a todos.
Seguro que este tema ha salido un millón de veces, y los más veteranos ya están cansados de tratarlo. Aún así, y ya que estamos aquí para hablar de relojes, pregunto desde mi perspectiva, como novato.
Lamento extenderme, pero quiero exponer el proceso que me ha llevado a esa pregunta.
Hace poco estuve reflexionando sobre mis aficiones y mis gastos.
En esto de los relojes, todos tenemos nuestros inalcanzables, por mucho que nos gusten. Muchas veces he lloriqueado en este foro diciendo que jamás podré permitirme un Lange 1815.
Y no sólo no puedo, sino que soy consciente de que no debo. Porque las cosas deben llevar sus fases y sus ritmos, y sería absurdo que alguien con pocos años de bagaje en esta afición se tirase a cosas tan serias. Además me cuesta creer que alguien de clase media pueda pagar esos precios por un reloj sin estar mal de la cabeza.
La cuestión es que mi divagación se fue enseguida a mi situación personal y mi afición principal.
Tengo un buen trabajo (de momento, porque a medio plazo empiezo a oler a emigración, como tantos trabajadores cualificados), mi pareja y yo no queremos tener hijos, no sufro la carga de una hipoteca, y como me la sudan los coches, los compro de segunda mano y los estiro una década. Así que estoy bastante desahogado.
Echando la vista atrás, me di cuenta de que en los últimos 10 años, he invertido en mi afición principal aproximadamente el doble de lo que costaría ese Lange 1815 básico. Y es una inversión “muerta”. Hoy día me costaría vender mi instrumental, y si lo hiciera, recuperaría poco más de la mitad de lo invertido (es sólo un cálculo, jamás lo haría). Y esos años se han pasado volando.
Se me pasó por la cabeza que quizá una pieza genuinamente buena está más lejos por el prejuicio de su precio, que por posibilidades reales si se tiene paciencia en el ahorro. Gastar 15 o 25 mil pavos en un reloj se me antoja una atrocidad, particularmente cuando se conduce (por deseo explícito) un Peugeot de segunda mano. Y sin embargo, en la práctica, la mayoría de la población se gasta esa cantidad y más en su vehículo cada seis o siete años, y se ve como algo totalmente normal.
Mi mente se fue entonces a lo último que he leído sobre las subidas de precio de Rolex y Omega.
Mira que llevo yo poco tiempo en esto, y de hecho quizá me equivoque, pero si no me patinan las cifras, si me hubiera comprado un speedmaster cuando empecé, ahora podría venderlo de segunda mano sin perderle un euro. Si hubiese comprado un submariner, quizá me hubiera rentado más que mis ahorros en un depósito de mierda.
Lo comparo con un coche de 27 mil pavos que al año se ha depreciado un 30% y a la primera avería seria te cuesta otros 3 mil, o con mi instrumental, y me pregunto sin un reloj de genuina gama alta es un capricho tan absurdo, o si los absurdos son muchos de los caprichos que nos damos en el día a día sin tanto sentimiento de culpabilidad.
NO estoy hablando de comprar un reloj como inversión, pensando en vender después y obtener beneficio. No me atrae la especulación.
Estoy hablando de un gasto hecho por absoluto amor al producto, con intención de disfrutarlo entre tus dedos toda la vida… pero que además te de la tranquilidad de que, si vienen mal dadas, es al mismo tiempo un refugio, y podrás recuperar gran parte de lo gastado.
Un A. Lange & Sohne, un Patek Philippe, un Audemars Piaget, ¿tienen sentido desde ese punto de vista?
No hablamos de un Datograph de primera tirada que se comprase por 65000 y hoy se venda por 105000, ni de un Patek 1527 por el que algunos ofrecerían la virginidad de su hija. Hablamos de modelos “humildes” como un 1815, un Calatrava, o un Royal Oak sencillito.
(Sí, acabo de leer el último párrafo y también a mí se me ha escapado una carcajada).
Por cierto. No. No es una declaración de intenciones. Es sólo una pregunta por cultura relojil, que quizá nos hayamos hecho muchos de los que llegamos nuevos a eso.
Un saludo y perdón por el peñazo.