Quizá estoy apunto de “humanizar” demasiado a Cernan, así que mis disculpas a los más sensibles.
En esa foto no sólo está cansado. Tiene una pierna dolorida y el ojete como una guindilla.
Sí. No estoy de coña.
Os cuento.
Me encanta Cernan. Es uno de los comandantes más apasionados y activos a la hora de compartir con el resto de la humanidad su aventura. Como apasionado del proyecto, sólo le puedo estar agradecido por todo lo que se ha prestado a intervenir en documentales y libros. Su biografía “Last Man on the Moon” es increíblemente sincera, hasta en los detalles más íntimos. Una de las mejores de todo el programa Apollo, os la recomiendo a todos los que tengáis interés en el tema y leais con fluidez en inglés.
Muchos protagonistas del programa Apollo guardan cierto “resquemor” hacia Cernan. Consideran que consiguió más de lo que merecía por su nivel como piloto e ingeniero, y que sólo sus contactos le llevaron a dónde le llevaron (Gemini 9, y dos visitas a la luna en los Apollo 10 y 17).
Su puesto en los Gemini 9 y Apollo 10 le llevó a entablar una estrecha amistad con el comandante de ambas misiones, Tom Stafford , uno de los mejores y más respetados astronautas de la NASA (Gemini 6, Gemini 9, Apollo 10 y Apollo-Soyuz).
Tom llegó a ser jefe del cuerpo de astronautas, y por tanto la segunda persona con más poder tras Deke Slayton a la hora de asignar tripulaciones a las misiones. Quizá por la influencia de Stafford, el propio Slayton llegó a desarrollar una gran afinidad personal hacia Cernan.
También se haría íntimo del mítico Alan Shepard, el primer americano en hacer un vuelo suborbital, mejor amigo de Slayton, y una persona con muchísimo poder en el programa (tanto como para pasar directamente de llevar años retirado por enfermedad y con 15 minutos de vuelo suborbital como curriculum, a pisar la luna como comandante del Apollo 14).
Para muchos, Cernan la cagó en el Gemini 9 cuando fracasó en la segunda EVA de un astronauta americano. No fue culpa suya, símplemente aún no se conocía lo extremadamente difícil que es realizar trabajos flotando en el espacio (Mike Collins y Dick Gordon no tuvieron mucha mejor suerte en las Gemini 10 y 11), pero en un ambiente tan hiper-competitivo, muchos le perdieron el respeto y lo tomaron por alguien que no estaba a la altura del programa.
No importó, pues el propio Tom Stafford le eligió personalmente como piloto del módulo lunar para su misión Apollo 10 junto al insuperable John Young (Gemini 3, Gemini 10, Apollo 10, Apollo 16, STS-1 y STS-9).
Tras la misión Apollo 10, Deke Slayton eligió a Cernan como piloto del módulo lunar del Apollo 16, misión que comandaría su compañero en el 10, John Young.
A Cernan no le gustó esa asignación.
Aunque pisa la luna, el piloto del módulo lunar no pilota nada, es un ingeniero de vuelo que da información al comandante durante el descenso y gestiona sistemas del módulo. Es el tercero de la misión. Cernan quería ser comandante de su propia misión, así que rechazó el puesto esperando ser nombrado comandante del Apollo 17.
Fue una apuesta arriesgadísima, con todas las de perder.
Aunque no estaba escrito, en la práctica los pilotos del módulo de mando en misiones anteriores tenían prioridad como futuros comandantes. Pese a que la historia los ha tratado mal (total, no pisaron el satélite) eran verdadera élite en el programa.
Se quedaban solos duarante días, y tenían la responsabilidad total de la nave mientras sus compañeros estaban en la superficie. Y lo más vital: eran los encargados de ejecutar los procedimientos más críticos y complejos del programa si fuese necesario (nunca lo fue): rescatar el módulo lunar si el ascenso desde la superficie salía mal y quedaban en una órbita extraña. Había, creo recordar -cito de memoria-, 19 prodecimientos de rescate distintos, a cuál más crítico y complejo, y debían realizarlo sin la asistencia local de nadie y sin cometer errores, o sus compañeros morirían.
Por eso dentro del programa a los pilotos del módulo de mando se les tenía un respeto extraordinario, aunque no hayan sido muy populares entre el público.
Jim Lovell, piloto del módulo de mando del Apollo 8 había sido promocionado a comandante del Apollo 14 (posteriormente le adelantaron al 13). David Scott, piloto del módulo de mando del Apollo 9, fue promocionado a comandante del Apollo 15. John Young, piloto del módulo de mando del Apollo 10 había sido promocionado a comandante del Apollo 16 (nadie igualó la eficiencia de uso de combustible de Young durante el Apollo 10, un puto crack).
Por tanto, comandar el Apollo 17 le correspondía a Mike Collins, el famosísimo piloto del módulo de mando durante la mítica misión Apollo 11 (la primera en llegar a la superficie), y uno de los astronautas más respetados del programa.
Y Cernan tuvo suerte…
Collins estaba tan quemado tras los miles de viajes de “buena voluntad” que siguieron al Apollo 11 que decidió retirarse y renunció a comandar la misión.
Deke Slayton flipaba. Medio planeta dispuesto a matar a su madre por ir a la luna, y dos tipos le acababan decir que no a semejante privilegio. Pa matarlos.
Aprovechando el hueco abierto, Tom Stafford presionó y consiguió para cabreo de muchos, que Slayton asignase a Cernan como comandante del Apollo 17, cuando lo lógico hubiera sido adelantar a Dick Gordon, piloto del módulo de mando del Apollo 12. En su lugar retrasaron a Gordon al Apollo 18, misión que sería posteriormente cancelada.
Sus contactos le habían valido el equivalente de ganar la lotería, pero aún había muchos ojos sobre él.
Y para quedar bien, mientras entrenaba, Cernan estrelló un helicóptero en un lago.
El accidente no sólo estuvo a punto de costarle la vida, sino que dio alas a quienes cuestionaban su asignación como comandante de una misión lunar. Otros, entre ellos el mismísimo Armstrong, habían estrellado el entrenador lunar LLTV, pero aquél era un vehículo tan desafiante (se decía que era más peligroso volar el LLTV que ir de verdad a la luna, y quizá fuera cierto…) que eso se consideraba más “tolerable” que hacerlo con algo tan “terrenal” como un helicóptero.
Tom Stafford estaba fuera de sí, y llamó cabreadísimo criticándole que mientras él se dejaba el culo para mantenerle como comandante, Cernan se dedicaba a cagarla. En las altas esferas estaban pidiendo su cuello.
Como futuro comandante del Apollo 17, Cernan había sido el backup de la misión Apollo 14, que comandó finalmente Alan Shepard, el mejor amigo de Deke Slayton y uno de los hombres más poderosos del programa. Eso les llevó a entablar una gran amistad.
Así que, con tres pesos pesados como Slayton, Stafford y Shepard de su parte, Cernan se mantuvo como comandante. No podía permitirse más deslices.
Y cometió uno más.
Se las apañó para tener una grave lesión en una pierna haciendo deporte en su tiempo libre poco antes de la misión.
Símplemente por una posibilidad remota de padecer sarampión, Ken Mattingly había sido apartado de la misión Apollo 13, así que parecía claro que Cernan había perdido su oportunidad (Mattingly terminó volando en el Apollo 16, pero no habría más misiones lunares tras la 17 para recolocar a Cernan). Todo apuntaba a que John Young, que acababa de comandar el Apollo 16 y era el mejor y más experimentado astronauta de la NASA, sería el primer humano en ir tres veces a la luna y caminar por su superficie dos veces.
Pero de nuevo, la suerte sonrió a Cernan gracias a amigos bien situados.
Su médico del programa puso su amistad con él por delante de su profesionalidad, ocultó a la NASA la gravedad real de la lesión y comenzó a tratar a Cernan a nivel particular con la esperanza de que estuviera suficientemente recuperado para los exámenes médicos finales. Lo consiguieron. Cernan asegura en su biografía que los dolores eran terribles, pero se las apañó para parecer entero mientras le hicieron las últimas pruebas.
Y tuvo una complicación más…
Poco antes del lanzamiento sufrió una infección de próstata.
Así que cuenta cómo se pasó días tumbado boca abajo mientras su médico, sin informar a la NASA, le metía el dedo en el culo y le masajeaba la próstata, en lo que describe como una situación tan incómoda como poco propia de un héroe americano.
Pocas, muy pocas personas en el mundo, y menos gente con una imagen pública tan gloriosa como un “moonwalker”, habrían alcanzado tal grado de sinceridad en una biografía.
Al final, pese al dolor de pierna y de su culo irritado, Cernan comandó la misión más exitosa del programa.
Es uno de mis ídolos, pese a haber sido cuestionado por alguno de sus compañeros. Un hombre increíblemente honesto y generoso como pocos a la hora de compartir con los demás una aventura increíble. En todo hay política, pero no se gana uno así como así el respeto de gente profesionalmente tan exigente como Slayton, Shepard y Stafford. Por algo sería.
Perdonad el peñazo.