Antes de empezar aclaro que este hilo nace a partir de la inquietud de un compañero del otro foro donde participo ( FdR ). El forero se sorprendió sobre la existencia de Moser y sus relojes que patean los tableros de la relojería suiza tradicional. Moser no es una desconocida para los que andamos siempre a la busca de relojes y manufacturas que se distinguen por su inventiva, calidad, falta de prejuicios y de solemnidad.
En los últimos años Moser ha provocado muchas risas, sorpresas y comentarios ( buenos, regulares o malos ); a la vez que ha logrado posicionarse como la “enfant terrible” del mundillo acartonado de la Suiza acostumbrada a la solemnidad, la historia mil veces repetida, la autosatisfacción colectiva del “swiss made” y la autorreferencialidad: toda marca consagrada, al modo de pensar Helvético, nace en Suiza, se desarrolla en Suiza, muere en Suiza y renace en Hong Kong con nada de elegancia, ni encanto, ni glamour.
Los suizos nos han inoculado un prejuicio: hacernos creer que los glamorosos Alpes y lagos, las casas de tarjeta postal de acerbo centenario de los mágicos cantones untadas con chocolates, quesos, sombreros alpinos y románticas vacas que danzan al compás del acordeón bávaro son los auténticos guardianes de la relojería mecánica de calidad.
Pues no es así: semejante visión romántica choca con la enorme guerra entre manufacturas suizas que ocupó gran parte de los 60 primeros años del siglo pasado.
Le debo a mi querido AKELA un hilo ( algún día lo escribiré ) sobre los copie y pegues, los robos de diseño, los fusilamientos, los hommages y las intrigas que saturaron a la mítica EBAUCHES y otras manufacturas suizas en la guerra fría de posicionamiento de mercado, desarrollo mecánico y diseño.
A mí me encanta cuando veo en un foro que hablan tanto de los fusilamientos de los chinos. Pues no se habla que dicha técnica fue inventada por los mismos suizos para robarse entre ellos.
En semejante guerra fría hubo ganadores y perdedores: Juvenia, como ya he dicho en otro hilo, fue una de las mas perjudicadas al igual que Kelek, la otra enorme desconocida que se merecía un final mejor ( y de cómo Breitling se benefició con el degüelle de Kelek… esa es otra historia ). Otra enorme olvidada: Record. Cuyos calibres de la noche a la mañana pasaron a llamarse “Longines” llevándose ésta el mérito de algo que no había hecho.
Tres fotos de los niños traviesos de Moser: el Iconik, el Alp y el Mad
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Tres auténticos Moser.
De la Moser que escapó mágicamente de todo ese embrollo de dardos venenosos entre los picos nevados y las cabras saltarinas de las montañas de la reina de la neutralidad. La Moser que emergió fresca y dinámica en el siglo XXI de los incuestionables refritos de los refritos de los homenajes de las copias de los originales ( el ejemplo clásico: el FF fusilado por la corona ). Y la Moser que se anima a jugar en las grandes ligas, a desarrollar complicaciones y resaltar atributos clásicos de la relojería mecánica que han quedado sepultados bajo las cenizas de las innovaciones técnicas mal llamadas "tecnología ".
Claro está que todos estos son conceptos vertidos por mí y que nada tiene que ver lo que escribo con lo que ustedes piensen o crean ( o sí ). Pues ese es el juego que nos proponen todos los órdenes de la vida: aceptar que un mismo estímulo tiene muchas respuestas, que existen realidades a las que no adherimos y que hay gente que piensa de manera diferente aunque nos produzca rechazo.
Como siempre digo, y volviendo al tema: no voy a hacer un copie y pegue de la historia de la manufactura. Hay muchos enlaces sobre ello y la verdad es que eso de andar empastando un hilo con palabras ajenas nunca fue mi estilo.
Pero algo que me gustaría recalcar y que creo es muy importante: Moser hace todo. Pero hace todo de verdad. Desde sus tornillos, cajas, calibres, piezas y fornituras, diseños, investigación, armado, fabricación, pruebas, desarrollo de complicaciones y funciones, decorados y grabados. Claro que eso, hacerse cargo de todo el reloj, tiene su precio. Un precio al que nunca accederé, que es prohibitivo e imposible para casi todos los aficionados.
Pero claro: estamos hablando de relojes fuera de lo común.
Dejo un enlace a la página de Moser en la que explican todo:
A mí particularmente me encanta que haya una Moser que le saque la lengua a los Apple Watch ( el Alp watch ), que se ría de la experimentación de materiales ( el Mad watch ) o que sea irreverente y provocadora con los suizos y al Suiza y de sí misma ( el Iconik watch ).
Dejo enlaces por las dudas que haya algún interesado sobre estos tres memorables relojes Moser. Los hay otros también… pero no quiero aburrir. Los enlaces están en inglés. Creo que el google translator anda bien con ellos.
Gracias por leer y ver
Que tenga un excelente fin de semana.
