Comparto la opinión de que los G-Shock, a nivel de reloj deportivo, están totalmente obsoletos y no satisfacen las necesidades de un deportista actual. Garmin, Suunto, Polar, Bryton, Tomtom incluso Timex se comen literalmente a cualquier G-Shock.
Recientemente he adquirido un Riseman para utilizarlo como reloj deportivo. Y no puedo estar más descontento. Soy triatleta, trail-runner y mountainbiker. Soy usuario de un Garmin Forerunner 305 y he tenido en mi haber varios Polar, (entre varios de ellos, un AXN700 que aún conservo y un RS400) y un Suunto T4. Como el 305 no lo puedo usar en piscina y aprovechando que a mi Timex Ironman 50 lap (50 euros) que usaba como reloj de diario se le había roto la pulsera y no es posible encontrar recambios en España, me antojé de un G-Shock. Quería un Master of G, solar y radiocontrolado. Mi primera opción era un GW-9010. Pero aprovechando una ofertilla y el poder dar algún uso al alti-baro de Riseman en algún paseo tranquilo por el monte (para entrenar tengo mi Garmin), me decidí a comprar el Riseman.
Tonto de mí no leerme las especificaciones completas del relojito y dar por sentado que con un pvp de 220 euros tendría cosas tan básicas como un cronómetro con posibilidad de calcular laps (imprescindible para analizar ritmos y tiempos en entrenamientos de series o parciales de paso) o un cronómetro de cuenta atrás con posibilidad de calcular tiempos por segundos y no por minutos enteros (en determinados entrenos no es lo mismo recuperar 2 minutos que 1 minuto y medio, y de lo segundo no me da opción el Riseman). Y no estamos hablando de grandes novedades tecnológicas, que dependan de sensores o chips especiales (gps, acelerómetros,…) Son cosas muy básicas. Al igual que el tamaño irrisorio de los dígitos, que pueden ser suficiente como reloj de calle, pero de muy difícil lectura nadando o corriendo por el monte, en donde no te puedes parar a mirar el reloj. Funciones tan básicas que cumple relojes de 20 euros del decathlon o Timex de 30 euros desde hace al menos 15 años.
Así que mejor no hablamos de navegación gps, cálculos de desniveles acumulados positivos y negativos, cadencia, velocidad y amplitud de zancada, cálculo de distancias en piscina y conteo de brazadas y largos, alarmas por vibración…
Sobre tener que cargarlo cada X días (en ningún caso cada día, y depende del uso que hagamos del gps, que si lo usamos sólo como reloj la duración es superior a 1 mes) no sé dónde está el problema. En los G-Shock solares Casio nos obliga a llevarlo siempre fuera de la manga y nadie pone el grito en el cielo. No le encuentro el problema de ponerlo a cargar por la noche una horita antes de irme a dormir, como hacemos todos con los móviles todos los días (incluso algunos varias veces al día).
Sobre el “shock resistant”, estos relojes aguantan prácticamente todo el trote que le quieras echar encima. Por favor, que los relojes los llevamos en la muñeca no colgando de cualquier sitio. Y no creo que el 95% de la gente vaya poniendo la muñeca debajo de una apisonadora ni dándole martillazos todos los días para comprobar la resistencia de su G-Shock ni cubra todos los días con una capa de 50 cm de barro su reloj.
Así pues, mi opinión (y tiro piedras contra mi propio tejado pues como he dicho soy poseedor de un Riseman), es que estos relojitos están destinados a un perfil de público excesivamente delimitado (los pro-trek todavía tienen un pase) y motivos estéticos: a los chavales que les molan los colorines y a los no tan niños que les gusta la estética militar sin importarles las funcionalidades. Pero, como habéis comentado varios de vosotros, como relojes deportivos hace años que dejaron de tener sentido.
Y ahora abro el paraguas para recibir el chaparrón…