Ufff… no sé qué tal casa eso con la denominación protegida del “Glashutte/SA”, que forzaba a tener una parte ¿la mitad? del valor hecho en el pueblo o alrededores. De hecho, ya tuvo problemas en el pasado Muhle (tras denuncia de los de Nomos) por ello, tal que acabaron desarrollando su ajuste de “cuello de pájaro carpintero”, e incluso recientemente, un soberbio calibre propio, el 617, con todas las claves del diseño Glashutte: puente de 3/4, puente de volante con diseño diferenciado, volante compensado y chatones atornillados.
La base de ese calibre T330 es un Sellita SW 220-1.
Ya, la Norma Glashütte siempre ha sido un poco endeble. No es una ley ni tiene control estatal, sino que es una regla gremial y el gremio controla que se cumpla. El problema es que los tiempos cambian y con ello los procesos de producción, por lo que siempre es complicado definir cómo se llega a ese 50% de producción, que recordemos no se refiere al calibre sino al reloj en total.
El otro problema es que se confunde con el Swiss Made, que es una ley y está reglamentado de otra manera. Curiosamente para llevar Swiss Made se necesita menos producción hecha en Suiza que el Glashütte, porque el Swiss Made se refiere a que el 60% del costo del producto salga de ese país.
Yo siempre he tenido la sensación de que la Norma Glashütte funciona mejor que el Swiss Made, que aunque a lo mejor es legal tiende a hacer más “trampas”.