Yo soy todavía peor: no tengo ni loso conocimientos, ni las herramientas, y además boto todo al diablo y brinco sobre lo que no me ha salido. Así que mejor: manitas fuera.
Tremendo hilo compañero, me han quedado claros conceptos que no habia logrado entender con lo poco que habia leido sobre relojes. Se agradece la forma en que plasmas tu experiencia, matizandola con teoria en forma comprensible.
Saludos
Hola de nuevo.
Perdón por reflotar este hilo. Seguramente ya no le interese a nadie. Pero ya conseguí arreglar el problema, y me parece lógico cerrar este hilo con su solución.
EL PROBLEMA: (Resumen para no tener que leer el tocho inicial).
Regulando mi reloj moví el portapitón simplemente porque no sabía que no debía hacerlo. Eso hace que al perder carga, el volante no reciba suficiente impulso en una de las batidas del áncora, y termine por pararse cuando aún debía quedarle mucha reserva de marcha. Mi reloj se paraba a las 15 horas, cuando aún debía andar otras 30.
La solución debería haber sido fácil. Bastaría con mover el portapitón a lo largo de su recorrido, muy poco a poco, hasta encontrar el punto en el que el reloj volviera a recuperar su reserva de marcha original. Un peñazo. Pero dificultad, lo que se dice dificultad… poca. Además, tenía fotos con la posición original, así que no empezaría muy lejos.
No hubo manera. Después de motones de intentos, el resultado era el mismo o peor. Pensé que este ajuste sería muy crítico y que quizá una centésima de milímetro más o menos era la diferencia entre un buen funcionamiento y una castaña.
Pues resultó no ser así. Había algo más. Ha llevado tiempo, pero al final lo he encontrado.
Y lo pongo aquí, por si le es de utilidad a algún otro “cacharrero” como yo, o por si alguien tiene interés por conocer estas cosas.
SI TODO ESTUVIERA BIEN…
El corazón de nuestro reloj es el conjunto espiral-volante, pues son los que determinan su ritmo. Parece un simple muellecito, pero es un verdadero mundo con mil cosas que pueden afectar.
Como al regular afectamos al exterior de la espiral, hay que tener en cuenta algunas cosillas.
El final de la espiral de nuestro reloj se inserta en un pequeño tope, el pitón, y dicho tope a su vez se coloca sobre una raqueta llamada portapitón. La posición de esa raqueta define dónde queda el volante y su joya de impulso con la espiral en reposo. Para que el impulso que recibe de las paletas del áncora sea el mismo al oscilar en ambos sentidos, dicha joya debe quedar alineada con los ejes del volante y del áncora. De ahí que la posición del portapitón sea importante y no deba tocarse.
Ya dentro del recorrido de la espiral, tenemos otra raqueta, la del regulador. En ella tenemos dos pines minúsculos a través de los cuales pasa la espiral, y un tope vertical llamado “bota” (a veces sólo hay un pin, y la espiral va entre el pin y la bota).
<a href=“http://s1031.photobucket.com/user/gtfeckner/media/Regulador_zpspsjaysez.jpg.html” target="_blank"><img src=“http://i1031.photobucket.com/albums/y380/gtfeckner/Regulador_zpspsjaysez.jpg” border=“0” alt=" photo Regulador_zpspsjaysez.jpg"/></a>
Este minúsculo conjunto es crítico para el ajuste del reloj, porque es el que define en la práctica dónde y cómo empieza a oscilar la espiral.
Los dos pines deben dejar un huelgo tan pequeño como sea posible a la espiral, para que la oscilación empiece realmente a partir de ellos.
No deben estar tan cerrados como para no permitir que la espiral deslice entre ellos, pues comprometerá la acción del regulador y deformará la espiral al mover la raqueta. Si la apertura es excesiva, al oscilar la espiral puede separarse de los pines, y su longitud efectiva cambiaría.
Los pines han de ser perfectamente paralelos y perpendiculares al plano de la espiral. Si no, al poner el reloj dial-arriba o dial-abajo, el pin inclinado permitirá que la espiral se mueva arriba o abajo y cambie su radio y plano de oscilación.
No acaban ahí las sutilezas del regulador, aunque a primera vista pareciera poca cosa.
Es importante que al mover el regulador no se cambie el radio de la espiral y esta no se deforme. Sólo debe cambiar la longitud efectiva. Para conseguir eso, todos los movimientos han de ser perfectamente circulares y concéntricos. Así que la distancia del regulador al centro de su raqueta tiene que ser la misma que del portapitón al centro de la suya, y ambas raquetas han de ser concéntricas.
Y queda lo más obvio… que en una espiral, el radio se incrementa constantemente. Por tanto, justo antes de entrar en el regulador la zona exterior de la espiral tiene un requiebro (“dogleg”, no sé cómo lo llaman en castellano). Ese requiebro aumenta el diámetro de la espiral para permitirle “respirar” mejor, y a partir de ahí, la curva ya no es una espiral, sino una circunferencia. Así, al mover el regulador no deformamos la espiral, sólo cambiamos el punto en el que empieza a oscilar, y con ello su periodo (hablamos de relojes normales, no de espirales de Breguet o de oscilación libre).
LO QUE LE OCURRÍA A MI RELOJ.
Incluso bajo una buena lupa, la espiral es pequeña y sutil, y no son evidentes sus defectos. Yo he pasado por alto un defecto que está presente desde la primera intervención y que quizá otra persona más experimentada hubiera visto a la primera.
El Parnis Power Reserve tiene dos pines y una bota. Parece que los dos pines estaban muy cerrados y la espiral no deslizaba bien entre ellos.
Al regular el reloj y acercar el regulador al portapitones, el segmento de espiral entre ambos no deslizó hasta su nueva longitud, sino que se combó tomando una curvatura bastante fuerte. Eso hizo que entrara y saliera de entre los pines en un ángulo más acusado de lo normal. Y al estar forzada de posición, el resto de las espiras de ese lado se han apelmazado hacia el eje, y se han alejado de él en el lado contrario. He cambiado el ritmo del reloj DEFORMANDO la espiral, no cambiando su longitud.
Y claro, al estar apelmazada de un lado, se ve que ni oscilaba con la misma amplitud ni lo hacía con suficiente fuerza. Entre la deformación y el desplazamiento del portapitón, vete tú a saber dónde quedaba el punto de equilibrio de la joya de impulso y cómo estaba recibiendo la energía de las paletas del áncora. Así se paraba con toda facilidad.
Para solucionar el problema bastó con empujar levemente la espiral del lado en que estaba abombada. Al hacerlo se ha liberado entre los pines. De golpe ha vuelto a su posición original (o muy cerca). Tan pronto como la espiral recuperó su forma, el volante empezó a oscilar por sí solo sin hacer nada (el reloj estaba parado con unas 35 horas de reserva de marcha). He acercado el portapitones a su posición original según las fotos que tomé al comprarlo, y llevo ya dos ciclos de descarga completa.
Le queda un detalle: desde parado le cuesta arrancar cuando le doy cuerda. Al final arranca con un meneo, y no ha vuelto a pararse mientras tiene carga, de modo que el reloj parece básicamente recuperado. De todos modos lo enviaré a revisar, y que lo limpien y engrasen (llevado por las ganas de aprender, lo desmonté hasta el áncora, y aunque todo parece en orden tras remontarlo, quiero que lo revise un profesional).
Voy a tener que comprar un calibre para cacharrear. Me lo he pasado como un enano con éste.
Me alegra que lo hayas solucionado, y encima de ese modo, empapándote y aprendiendo el funcionamiento de las partes.
Gracias por compartir la experiencia.
Un saludo.
Enhorabuena por no parar hasta encontrar el problema que provocaba la “enfermedad” que padecía el reloj y curarlo, y gracias por compartirlo. 
Creo que cualquier aficionado a los relojes que se precie debería ser capaz de (o por lo menos intentar) regular su reloj sin otros medios que los aquí compartidos. Siempre queda el recurso de adquirir un reloj mecánico chino de 10€ para practicar, por lo que no hay excusa que valga. 
Nada de perdones hombre, todo lo contrario, gracias a ti por aportar estos hilos técnicos, que son un placer leer, me alegra saber que has arreglado el asunto, ahora a disfrutar la pieza.
Lo bueno de estos temas es la satisfacción de haber conseguido eso que suponíamos inalcanzable
AFA. Forum Runner
Muchísimas gracias por el aporte compañero.
Esta sistematizacion de experiencias y síntesis de las principales percepciones que tienen los distintos aficionados a la relojería es clave en tiempos actuales.
Gracias por el post, se agradecen lecturas de este tipo de vez en cuando. Instructivo y entretenido.
un post muy didactico, gracias por iluminarnos
Post de Gtfeckner = poesía pura.