Según informa el diario ‘Le Monde’, la Agencia francesa del Medicamento (ANSM, según sus siglas originales) habría detectado desde 1969 más de 1.600 efectos adversos provocados por este relajante muscular. En total, 648 de esas notificaciones serían de carácter grave (incluidos 11 fallecimientos) y 805 están relacionadas con problemas cutáneos. Sólo en 2010 consumieron Myolastan más de tres millones de pacientes franceses; por lo que el comité francés de farmacovigilancia reconoce que las reacciones son “raras, pero muy graves”. Suficientemente graves como para solicitar a la EMA la retirada del producto del mercado…
Gracias a Dios hace mucho tiempo que creo en los “placebos” homeopáticos, y el naturismo, y oye! No me va tan mal…
Es uno de los medicamentos que me tomaba el año pasado este y anti inflamatorio y es una mierda a mi me sentaban fatal uno de los dos es altamente depresivo hasta tal punto que tome la decision de vivir con dolores y dejar los medicamentos por que no podia mas con ellos…
De toda la vida Ibuprofeno 600 mgr o Espidifen que tiene arginina y se absorbe antes. Aunque sinceramente a mi no me hacen ni cosquillas…, lo mismo los 95 kg tienen la culpa, a ver cuando vuelvo a mi peso normal.
Joder, yo lo tomé en su momento y sí que es cierto que te dejaba una resaca que pa qué:sweat:… La madre que los parió, ahora saltan con eso después de años y años. Algún día saldrán con que la Coca-Cola es cancerígena o yo qué sé.
Pues a mi, que sufro de lo mismo que Clavo, por suerte nunca me lo han recetado. Mi relajante muscular cuando tengo las crisis es el Diazepan (Valium, para entendernos). Por la noche es mano de santo, por el día Ibuprofeno, y si la cosa se pone fea, Nolotil.
Una amiga mía tomaba Myolastan y decía que a veces se sentía incluso peor… :ouch:
En España también se retira, por “posibles problemas cutáneos”. Adiós al Myolastán
Y lo de los 11 muertos, siendo recetado a cascoporro desde hace más de 4 décadas, como que no me lo creo mucho.
Cambiando algo el tema, es “curioso” que te metas en la página de turno de la asociación médica de turno, esa que hace de voceras cuando interesa dar una alarma médica en la prensa, y siempre tiene como patrocinadores a los laboratorios (y aparte, existe una profesión llamada “visitador médico”, que en mi opinión debiera estar prohibida, así como el recibir a visitadores en centros de trabajo públicos o recibir cualquier artículo o “congresos” que en realidad son unas vacaciones pagadas camufladas).
Supongo que más de una vez te habrán dicho que “no puedes ser objetivo” si criticas a la medicina “oficial” porque puedas creer en terapias alternativas (y no digo que sea mi caso). Pero vamos, “médicos” (y no digo, en serio, que sean todos), “expertos”, “asociaciones”, “prensa” y demás que sí están untados y con chiringuitos financiados por farmacéuticas, “sí pueden ser objetivos”. Ya…
Al menos en Andalucia dieron aviso a principios de este año sobre la retirada de este medicamento (que por cierto alguna vez he tomado por mis problemas de espalda) porque habían descubierto efectos secundarios relacionados con la piel
Ese artículo lo leí, pero por raro que parezca en RTVE y El Mundo afirmaban que de momento no se hacia.
Lo de los medicamentos en este país es de traca, en un tema tan delicado como el del cáncer, me gustaría saber realmente cuánta gente muere por la enfermedad, y cuanta por los efectos secundarios de la medicación. Recientemente perdí a un amigo, y estoy seguro que lo que se lo llevo no fue el tumor, sino lo reventado que estaba con los efectos secundarios, de hecho, me lo decía cada día que hablaba con él.
Pedro te recomiendo que leas “La historia de mi tío Poroto” (he abierto un post con el enlace) o “las medicinas curan o causan enfermedad”.
Somos muy pocos los disidentes, y la industria farmecéutica tiene mucho, mucho poder, a parte la sociedad está educada como a ellos les interese. Esperemos que esto algún día cambie. “Curar sin dañar”
Benjamín González, durante una conferencia que ofreció en el San Agustín bautizada «Medicalización, iatrogenia y ética de las relaciones con la industria farmacéutica». González destacó que ahora las empresas farmacéuticas - «onmipresentes y omnipotentes», recalcó- pueden dirigir su propia publicidad hacia el público que más les interese. Incidió, además, en la promoción que éstas hacen de sus productos entre los facultativos: «En España, la industria farmacéutica gasta de 8.000 a 13.000 euros por cada médico». Y confesó: «Los mejores vendedores de la enfermedad, capaces de convencer a los sanos de que realmente están enfermos, con toda una liturgia científica, somos nosotros».
Cómo te lo diría… que si se gastan 8-13k euros por médico (imagino que no directamente en regalos, pero que meterán salarios de visitadores, patrocinios a asociaciones médicas, gastos diversos de promoción, y que habrá responsables y jerifaltes que se lleven buena tajada y otros a los que les den poco más que cuatro muestras, un boli y dos libros…) es porque esperan recuperarlo con creces recetando medicamentos “nuevos” en lugar de genéricos con patentes vencidas, medicamentos o tratamientos innecesarios…
La penetración de la Industria farmacéutica en la salud ha conformado un complejo entramado de intereses y connivencias que interactúa con todo el sector. La Industria financia la formación profesional, un espacio “abandonado” frívolamente por la administración pública, con cursos, congresos, viajes, comidas, ponentes… y evidentemente no a coste cero. Los centros sanitarios abren sus puertas a los visitadores que con obsequios, de mayor o menor cuantía (presentados como “oportunidades educativas”) generan una cultura de patrocinio que afecta a la autonomía profesional y a la racionalidad de la prescripción.
El Informe 2006 de “Transparencia Internacional” denuncia la “vulnerabilidad de los sistemas sanitarios” por su “complejidad” y en especial la Farmacia (con un gasto global de 500.000$ millones al año) por el “gran número de actores involucrados en la cadena del medicamento”. El “marketing agresivo” de las farmacéuticas es identificado como el primer responsable. Una realidad inaceptable cuando la población del tercer mundo tiene difícil el acceso a los medicamentos esenciales.
La inversión de la Industria en Marketing es enorme (31% del total) comparada con el 14% que dedica a investigación… La industria paga más del 90% de la formación continuada: establece la agenda, paga a los ponentes… y esto es, sin duda, marketing. Los pacientes también son parte del entramado con subvenciones a sus asociaciones y a la edición de revistas y libros. Además, buena parte del marketing es información “sobrevalorada” de nuevos medicamentos que son más caros al estar protegidos por patentes (sin versiones genéricas) aunque el 80% de estos medicamentos no aporten nada nuevo, son los llamados “me too”, por similitud con los ya existentes. Mientras, el gasto farmacéutico crece por encima de otros capítulos, superando el 30%, sumada atención primaria y hospitalaria, del total del gasto sanitario público. Si se mantiene esta tendencia en pocos años se equipara a los costes de personal de todo el SNS.
Somos conscientes, a la hora de hacer público este manifiesto, que las prácticas irregulares y su persistencia en el tiempo, tienen para la mayoría de los profesionales una consideración de “normalidad”, de poco valor ético. Pero hay suficientes pruebas de que la intervención de la Industria interfiere en la adhesión a las guías de práctica clínica y en la calidad de la atención farmacéutica.
La plataforma no tiene una vocación testimonial, su intención es incluir a los profesionales en la buena práctica, y no la condena o la confrontación, es recabar apoyos, dentro y fuera del ámbito sanitario, contando lo que ocurre con rigor y sin sensacionalismos. La situación ha tocado fondo y queremos objetar estas “ayudas” que lo son a corto plazo, pero que a la larga representan un elevado coste intelectual y económico, para una sociedad que quiere mantener y mejorar su estado del bienestar.
