Desgraciadamente yo tengo que discrepar.
De los tres últimos envíos que esperaba correos me ha perdido dos, uno procedente de Inglaterra y el otro de Filipinas. Un 66,66 % de cartas perdidas no está mal.
Las reclamaciones sobre cartas perdidas no sirven de nada. Deben emplearlas como papel higiénico en los servicios.
La amabilidad de los funcionarios en ventanilla es legendaria. Los he visto solucionando dudas a ancianos o emigrantes que habían osado molestarles con una pregunta y solo les falta ladrar
El supuesto seguimiento de los envios certificados a través del nº de certificado deja también mucho que desear. Cada vez que he tratado de averiguar donde se encuentra alguna carta envíada por mí no he consegido pasar de la oficina de origen.
En fin, supongo que ira por zonas y que dependerá de la carga de trabajo de cada oficina y de la profesionalidad del funcionario. En mi caso, en la oficina que corresponde a mi curro, en el Paseo de la Castellana de MAdrid, es un desastre absoluto.
S!