Me encanta que hablemos de coches.
Ciclo…¿Cuantas “G´S” soportaría tu cuello en las curvas con ese pedazo de pepino?

Mi cuñado aún tiene un AX, el TS, creo, o T a secas. Es una maravilla, exactamente igual que cuando nació. Cada vez que le veo, me doy cuenta de lo que evoluciona la automoción, pero…Ufff, que gusto da verle.
Por favor, poner fotos de esos coches tan maravillosos.
Pero yo hoy os presento a mi ARAÑA RUSITA. “LADA NIVA IKRA”
(por aprovechar la coyuntura y no abrir post).
Es como esos Vostok o Poljot rusitos que tienen su “aquél”, con corazón de Seat 1430 y ese sonido a carburador hambriento que tanto me gusta.
Con ese salpicadero repleto de relojes austeros, ruidos por to los laos, cortavientos que chirrían…¡¡Pero que bello y que duro!!
Le tengo en la sierra, para atravesar cortafuegos imposibles y llegar a los confines de la montaña. Ufff…Eso no es velocidad, pero la adrenalina se pone a mil cuando ves una subida que no deja ver ni el cielo, entre pedruscos y tierra agrietada, y allí esta la araña, trepando entre rocas, en 1ª de reductora, bebiendo gasolina a cubos…
También pasó a ser el coche del “cahondeito”, dónde en ocasiones, 12 personas (hasta montados en las defensas) hacían el cabra por los montes de Gredos.
Este Ladita no le vendo ni de coña, y aunque le uso cada vez menos, de vez en cuando me hago una escapada con él para saborear el aroma del silencio, el sonido de la libertad, la paz de la naturaleza…(que romántico)

Aquí la ARAÑA RUSA, unos años atrás.
Y en una de las cumbres de “la cuerda” de Gredos…¡¡¡Que paz!!!
Este verano, coche y relojito ruso a la conquista de Gredos. 