Muy buenas y buen domingo.
Hoy en la web contamos con un artículo que examina qué hace grande a Grand Seiko.
Comparto el resumen de RRSS y algunas de las imágenes.
Por @horologyobsessed.
Enlace en la bio.
Hoy vemos la interesante trayectoria de Grand Seiko.
¿Cuál es el mejor reloj dada cierta cantidad de dinero? O, ¿por dónde debería empezar? Son preguntas típicas que me llegan…
Casi siempre los apunto en la dirección de SEIKO, un productor de fantásticos relojes durante décadas, perfectos para alguien que busca comprar su primer reloj, ya sea de cuarzo o mecánico.
Sin embargo, con la submarca (autónoma desde 2017) Grand Seiko el gigante nipón es capaz de flexionar sus músculos relojeros utilizando tecnología ni vista ni creada por sus competidores suizos.
¿Pero qué hace “grande” a Grand Seiko?
Partimos en la década de 1960, viendo el primer Grand Seiko de Suwa Seikosha con el calibre 3180.
Luego examinamos el Grand Seiko 44. Equipado con un calibre “High-Beat” excepcional, estableció un lenguaje de diseño específico a la marca que se trasladaría a futuros modelos y continuaría siendo reconocible hasta hoy en día.
También el calibre R45, que dominaría las pruebas cronométricas en el Concours de Genève de 1968. Su victoria fue tan abrumadora que propiciaría el fin de las mismas.
A finales de la década de 1980, Grand Seiko presentó el calibre 95GS, el cuarzo más preciso jamás fabricado (±10 segundos al año).
Y en 1996 saldría la nueva generación de calibres mecánicos, la línea 9S, ofreciendo más precisión y más reserva de marcha que lo que ofrecían sus competidores suizos.
Un solo año después llegaría el Spring Drive, una idea que llevó 20 años de desarrollo y que representó un salto en prestaciones todavía mayor.
Grand Seiko demuestra cierta maestría en tomar algo que ya ha creado para luego mejorarlo. Una progresión evolutiva, pero a la vez constante, repitiéndose una y otra vez
El resultado son calibres impresionantes. Pero el hecho diferencial es que combina estas prestaciones técnicas con hermosos diseños. Normalmente, combinar bien la tecnología con una estética bien definida (sencilla y limpia en este caso) es algo bastante difícil de lograr. Pero Grand Seiko lo ha conseguido. Y quizás mejor que nadie.
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