Uno de ellos lo había puesto ya en el hilo de ofertas. En las próximas ocho horas a lo que escriba ésto los dos relojes que comento tienen un código (y no sé si mañana habrá otro) que los dejaría aún más rebajados.
En la relojería mecánica muchas veces nos venden un aura de artesanía. Relojes montados pacientemente durante “meses y meses” por “pacientes relojeros (de barba blanca y sonrisa de Papá Noël en la cabaña del abuelo de Heidi aislados por la nieve…)”. Damos importancia a la palabra “manufactura”, como queriendo decir que es algo hecho (o facturado) “a mano”. Sin embargo, salvo que nos vayamos a alta relojería, esa alta relojería que precisamente da ese toque de artesanía a toda la relojería suiza, los relojes son hechos industrialmente, montados en serie como se ensambla cualquier otro producto industrial.
Seiko es una firma que da bastante importancia a las esferas. Uno de sus iconos en lujo es el Snowflake o Copito de nieve, que trata de evocar un suelo nevado. En las colecciones Prospex de precio medio tenemos los Save The Ocean, y en las Presage los populares Cocktail con sus esferas con texturado rayos de sol.
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En la colección Presage también hay algunas esferas que, hasta no hace mucho, eran exclusivos de suizos de alto precio: esmalte al fuego (lo que los suizos suelen llamar “Grand Feu”, porcelana y lacado. Esferas hechas por artesanos. Y que, se pueden encontrar a precios de tres cifras.