Bueno, mi manera de pensar ya la conocéis por otro post. Yo soy un defensor de lo legal, osea, que odio las falsificaciones. Este Marina es posiblemente una forma de ver en mi muñeca a otro que jamás podré ver. Y he de decir que me encanta, sinceramente. La corona es suave y firme al tacto, por ejemplo, y al abrirlo, me encuentro que no hay ni una sola pieza plástica, y eso es algo que me gusta porque odio esas batas blancas alrededor de las máquinas.
Elu…¡je,je,je! No recuerdo exactamente el ron que te gustaba, pero el día que te coja, lo que va a pasar es que te voy a emborrachar y te voy a dar el cambiazo. Por cierto, ese día que nos veamos no te olvides de venir con el Panerai.
Bueno, ahora en serio, entiendo que no te gusten estos “homenajes”, sobre todo cuando se es poseedor del “fetén”, pero piensa, efectivamente, que no es una falsificación.
Pulga, me he quedado con la duda de la máquina que monta este Marina y al leerte eso de la Únitas china…¿Sabes a qué calibre corresponde exactamente?
Paulo, gracias por tu sinceridad al hablar de tus “homenajes”, creo que estamos en la misma línea de pensamiento en ese sentido.
Un abrazo a todos.