¿Por qué pagar más?

¿Alguien le había leído esto en algún lado? ¿Es interesante cierto? Yo lo leí en un períodico de mi país (Costa Rica) y da mucho qué pensar. Se los dejo.

Cuando Radoslaw Sikorski, ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, fue a Ucrania para asistir a reuniones el mes pasado, sus homólogos ucranianos presuntamente se rieron de él porque llevaba un reloj de cuarzo de industria japonesa cuyo costo es de solo $165. Un periódico de Ucrania informó sobre las preferencias de los ministros de Ucrania, varios de los cuales tienen relojes que cuestan más de $30.000. Incluso, un miembro comunista del Parlamento de Ucrania, la Rada, fue fotografiado usando un reloj que se vende por más de $6.000.

La risa se debió haber dirigido en la dirección opuesta. ¿No se reiría (quizás en privado, para no ser descortés) de alguien que paga 200 veces más de lo que usted paga, y termina con un producto inferior?

Eso es lo que los ucranianos hicieron. Ellos pudieron haber comprado un reloj de cuarzo preciso, liviano, que no necesita atención y que puede funcionar durante cinco años registrando la hora de manera virtualmente perfecta, al cual no se tenga que mover ni se le deba dar cuerda para que funcione. En lugar de esto, ellos pagaron mucho más por relojes aparatosos que pueden retrasarse minutos cada mes, y que se detendrán si se olvida darles cuerda durante un día o dos (o en el caso que tengan un mecanismo automático, se detendrán si no se los mueve).

Además, los relojes de cuarzo también tienen funciones integradas de alarma, cronómetro y temporizador de los que otros relojes carecen, o solo las tienen como una característica que sirve para arruinar el diseño; es decir, como resultado de un esfuerzo, difícil de descifrar, por mantenerse a la par de la competencia.

¿Por qué un comprador inteligente acepta una oferta tan mala? ¿Por nostalgia, tal vez? Un anuncio en una página entera de Patek Philippe muestra a Thierry Stern, el presidente de la empresa, indicando que él escucha el timbre de cada reloj con un repetidor de minutos que su empresa fabrica, tal como su padre y su abuelo lo hicieron antes que él. Todo eso está muy bien, pero desde la época del abuelo de Stern, hemos progresado en el ámbito del control de la puntualidad de los relojes. ¿Por qué rechazar las mejoras que el ingenio humano nos ha proporcionado? Tengo una pluma fuente antigua que perteneció a mi abuela, es un buen recuerdo de ella, pero ni en sueños se me ocurriría usarla para escribir este artículo.

El consumo conspicuo. Thorstein Veblen sabía la respuesta. En su obra clásica La teoría de la clase ociosa, publicada en el año 1899, argumentó que una vez que la base de la condición social se convierte en la riqueza en sí – en lugar de, por ejemplo, la sabiduría, el conocimiento, la integridad moral, o la habilidad en la batalla– los ricos necesitan encontrar formas de gastar dinero que no tienen otro objetivo que mostrar la riqueza misma. Él llamó a esto “consumo conspicuo”. Veblen escribió como científico social, absteniéndose de emitir juicios morales, aunque dejó a los lectores pocas dudas acerca de su actitud hacia tales gastos en una época en la que muchos vivían en la pobreza.

El uso de un reloj ridículamente caro para proclamar que uno ha logrado una posición social elevada, parece especialmente inmoral en el caso de un funcionario público en un país donde una parte importante de la población aún vive en la pobreza real. Estos funcionarios están usando en sus muñecas el equivalente a cuatro o cinco años de salario de un ciudadano ucraniano promedio.

Esto les dice a los ciudadanos ucranianos que pagan impuestos que: o bien ellos están pagando demasiado a sus empleados públicos, o bien sus servidores públicos tienen otras maneras de conseguir dinero para comprar relojes que de otra forma no hubiesen podido pagar.

El Gobierno chino sabe cuáles podrían ser esas “otras maneras”. Como el International Herald Tribune informa, uno de los aspectos de la campaña del Gobierno chino contra la corrupción, es tomar medidas drásticas en relación con los regalos caros. Como resultado de ello, según lo expresado por Jon Cox, analista de Kepler Capital Markets, “ya no es aceptable tener un reloj grande y aparatoso en la muñeca”. El mercado chino para los relojes caros está en franco declive. Ucranianos, tomen nota.

El uso de un reloj que cuesta 200 veces más que uno que funciona de manera más puntual, dice algo más, incluso cuando es usado por personas que no están gobernando un país relativamente pobre.

Andrew Carnegie, el hombre más rico en la época de Veblen, fue contundente en sus juicios morales. A menudo se cita que él dijo: “El hombre que muere rico, muere desacreditado”.

Podemos adaptar dicha frase al hombre o a la mujer que lleva un reloj de $30.000 o compra artículos de lujo similares, como, por ejemplo, un bolso de $12.000. En esencia, esa persona está diciendo: “Yo soy o extraordinariamente ignorante, o simplemente egoísta. Si yo no fuera ignorante, yo tuviese conocimiento de que existen niños que están muriendo por diarrea o malaria, debido a que carecen de agua potable segura o mosquiteros, y obviamente lo que gasté en este reloj o en este bolso hubiese sido suficiente para ayudar a que varios de ellos sobrevivan, pero me importa muy poco lo que les pasa, así que prefiero gastar mi dinero en algo que uso solamente por ostentación”.

Por supuesto, todos nos permitimos nuestros pequeños lujos. No estoy diciendo que todo lo lujoso sea malo. Sin embargo, burlarse de una persona porque tiene un reloj razonable que fue comprado a un precio modesto, presiona a otros para que se unan a la búsqueda infinita de mayores y mayores extravagancias. Esa presión debería dirigirse en la dirección opuesta, y deberíamos felicitar a aquellos que, como Sikorski, tienen gustos modestos y prioridades más altas que el consumo conspicuo.

Por Peter Singer.

Hola.
Interesante artículo.
Difiero en algunos aspectos, pero a grandes rasgos coincido.
Lo del consumo “conspicuo” me ha llenado, ja ja ja, graciosa palabra.
En realidad esto no es mas, que otra disertación sobre la ignorancia humana, la ya denostada, utópica y desgastada idea de lograr el bien común. “Poderoso caballero es don dinero”.
Gracias por compartirlo.
Saludos.

Gran artículo. Conciso y muy claro en lo que quiere decir. La anécdota del reloj es lo de menos. Hay que pensar de vez en cuando en estas cosas.

Saludos.

Os recomiendo a todos el libro que se cita: La teoría de la clase ociosa.

Buen artículo, gracias por compartirlo.

Es dificil estar de acuerdo al 100% pero desde luego coincido en muchos puntos.

Gran articulo, gracias por compartir.

En ese aspecto es igual de tonto un Patek Phillippe que el mas humilde Parnis mecanico.
Tambien hay cuarzos de 6000€…

En parte coincido, pero la demagogia barata de que con lo que vale el reloj se podia curar de malaria a los enfermos, es la misma que me decia mi madre cuando me dejaba comida en el plato, que habia gente muriendo de hambre.
El tema que habria que estudiar es que pasa de verdad con el dinero destinado al tercer mundo y sobre todo los gerifaltes de esos paises que viven como sultanes mientras su pueblo muere de hambre.
No me echeis a mi la culpa del habre en el mundo.
Y luego lo fáci que es hablar, que estoy hartito de ver a gente dar sermones y luego no hacer nada, que acabo de enterarme que en sevilla ha habido otro asalto a comercios para “requisar” material escolar…a ver si vuelven a salir los Bardenes de turno a decir que está bien, mientras cotizan fuera para no pagan impuestos…
A ver el coche del periodista, que se podria ir igual en bici. O su casa, que se puede vivir igual en una la mitad de cara, o de alquiler…y dar ese dinero para curar la malaria.
En fin, no se porque me he calentado tanto, creo que por lo de sevilla.
perdón si he molestado a alguien, pero es lo que pienso.

La anécdota del reloj no se usa tanto para criticar los relojes mecánicos en sí, si no que más bien critica el menospreciar a aquel con un cuarzo barato (o lo no lujoso en general) teniendo uno un reloj mecánico caro (o lo lujoso en general). Lo práctico y la exactitud de uno y otro es casi lo de menos en el escrito, aunque añaden sinsentido al menosprecio que se critica.

Una cosilla, Peter Singer es filósofo, no periodista.

Sobre el estudiar qué pasa de verdad con el dinero o lo fácil que es hablar, son temas que se tocan en esta pequeña charla de TED del propio Peter Singer sobre “altruismo efectivo”: http://www.ted.com/talks/peter_singer_the_why_and_how_of_effective_altruism.html (audio en inglés, sin subtítulos en español). De todas formas, sobre la coherencia, el no tenerla no quita razón, ni el tenerla la da (aunque siempre sea más interesante tenerla que no tenerla).

Muy bueno, compañero.

Muy, muy interesante, la verdad. Estoy de acuerdo en que el tema de los relojes es anecdótico para denuciar el derroche, la ostentación, la ignorancia y la falta de escrúpulos de determinados personajes, especialmente de cargos públicos. Pero también creo que el autor se ha dejado llevar por sus propias palabras haciendo demagogia con el tema de con lo que cuesta éste reloj (o bolso, o lo que sea) se podía haber proporcionado agua potable o mosquiteras para prevenir la malaria… Buf! Creo que esto estropea un artículo que estaba muy bien.

Todos a lentejas y a comprar Dacias …

Sinceramente, no veo demagogia. Lo que sí es una falacia es poner al mismo nivel la argumentación del artículo con la frase que le decía la madre al compañero anterior. Las frases de nuestras madres son eso, una fease para niños (frase desacertada que yo también escuché a mi madre). Y el artículo va de un comportamiento social en un determinado escenario socio-económico usando los argumentos de Veble, autor que no conozco y del que no puedo decir que esté de acuerdo.

El artículo apela a la responsabilidad política de los gobernantes y, quizá, a la nuestra como consumidores. Sí, soy de los que piensan que yo, como consumidor, también soy responsable y debo tener cierta obligación moral al comprar. Lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a tener la piel muy sensible y no aceptamos crítica alguna por la compra de X, pues lo hemos comprado con el “sudor de nuestra frente”. Pienso que de vez en cuando es bueno intentar ver quién suda más allá de mi nariz para que yo pueda tener lo que tengo, o incluso intentar ver a quién le quitan el derecho a sudar.

Eso de acusar a todo de demagogia se ha convertido en un arma arrojadiza para descalificar las opiniones que no nos gustan, lo cual es una estrategia falaz para ganar un debate.

Saludos.

Sin entrar en el tema de las demagogias o no demagogias y la moralidad o no de darse caprichitos mientras haya malaria, tema con el que no acabaríamos nunca, yo me quedo con esta frase lapidaria, que habría que grabar en piedra en cada esquina de las ciudades:

Y quien dice relojes, dice coches, áticos, viajes, etc…

No voy a poner directamente el enlace, porqe igual no es legal, pero buscando el título en Google, el segundo enlace que sale es directo a un pdf con el libro completo. La prueba:

https://www.google.es/search?source=ig&rlz=1G1ASUTCESES514&q=La+teoría+de+la+clase+ociosa&oq=&gs_l=

[QUOTE=“Carmelo;757847”]Sin entrar en el tema de las demagogias o no demagogias y la moralidad o no de darse caprichitos mientras haya malaria, tema con el que no acabaríamos nunca, yo me quedo con esta frase lapidaria, que habría que grabar en piedra en cada esquina de las ciudades:

Y quien dice relojes, dice coches, áticos, viajes, etc…[/QUOTE]

Para mí ese el punto central, algo que sucede no sólo en España sino en mí país, y en otros países de la región en que vivo. Aquí le decimos chorizo, y es algo muy común en mi país entre la clase política.

Gracias por los comentarios.

buen articulo, pero todo es del color del cristal con que se mira

Que vale el tiempo…???¡¡¡¡¡ Ese es el asunto, si llevas un reloj carísimo parece que tu tiempo vale más…¡¡¡¡ Eso lo saben los putolíticos, y lo explotan igual que tiñen sus canas, llevan fajas y sonrrrrrriiiiiiiien con dientes de porcelana… la hez de la humanidad.

uyuyui. Y yo que me creia que este hilo iba a servir para poner fotitos de nuestros politicos con sus pedazo relojes para que pudiesemos alabar su buen gusto y criterio y lo que han currado en sus trabajos privados para costearse sus pelucos. Luego me pondre a buscar a ver si hay mas foros que si tengan esa clase de hilos.

En serio, coincido totalmente contigo, pertunico. Creo que una cosa es que te gusten los relojes, que te guste ver una pieza que no te vas a poder comprar en la vida, que te guste informarte sobre su funcionamiento, calidades, etc, y otra cosa es verla en la muñeca de un sinverguenza. Y eso no es envidia.

No esta mal pararse a reflexionar sobre estas cosas…