Hacía algo más de un año que no os presentaba un reloj. Y eso es porque he conseguido mantener la disciplina, y no he comprado nada nuevo en todo este tiempo. Y no será por falta de ganas. En este foro nos vais poniendo caramelitos por el camino… y tarde o temprano, uno termina por picar.
He sucumbido a la tentación. Y las líneas que siguen son la consecuencia, tan coñazo como de costumbre.
Siempre había creído que no me gustaban los relojes cuadrados. Les veía un aspecto “agresivo” con esas esquinas agudas, y no me terminaba de convencer la disposición del dial, tratando de cuadrar unas agujas que giran alrededor de un eje con una caja que se aparta de la circunferencia natural.
Hasta que llego el día en el que el compañero Super 8 me habló del Eterna Madison, y empecé a cambiar de opinión. El reloj me parecía elegante, pero además su movimiento manufactura adaptado a la forma de la caja, me dejó alucinado.
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(Como no escribo con frecuencia, para los que no me conozcáis os diré que mi fetiche relojil es un movimiento genuinamente bien decorado. No concibo un reloj sin un movimiento visto y con buena estética, teniendo eso prioridad absoluta sobre la cara del dial hasta el punto de suponer veto absoluto a cualquier reloj con tapa ciega salvo el Speedmaster).
Poco después, el mismo Super 8 nos deleitó con uno de sus magníficos mensajes, en el que nos ponía un montón de relojes cuadrados espectaculares. Afortunadamente, todos por encima de lo que puedo, o estoy dispuesto a gastar.
http://www.hablemosderelojes.com/forum/showthread.php?77849-Una-de-calibres&highlight=cuadrados
Y claro… tanto va el cántaro a la fuente…
No mucho después nos hablasteis del nuevo Christopher Ward C5 Malvern Slimline Square.
Y ahí me disteis donde me duele…
Un poco caro para el reloj y movimiento que es, pero dentro de un nivel de precios en los que uno puede darse caprichos sin sentimiento de culpabilidad.
Muy, muy, MUY bonito para mi gusto, particularmente con dial azul. Tan bonito, que me ha hecho pasar por el aro de algo que siempre me ha inspirado rechazo: la correa marrón. Lo admito, en contraste con el azul del dial queda realmente bien. No soy tan talibán como parezco. Al final estoy dispuesto a cambiar de opinión si la evidencia práctica me da buenos motivos para ello.
El C5 Malvern es un reloj “cuadrado”, pero que no es cuadrado. Todas las esquinas, tanto de la caja como del zafiro y el dial, están redondeadas, lo que suaviza mucho esa “agresividad” angulosa que es lo que me echa para atrás de este tipo de relojes. Es un diseño que “fluye” de forma suave y natural, sin cambios abruptos que rompan sus líneas.
Soy un tipo serio, en el ser y en el vestir, así que la estética espartana y poco llamativa del reloj inmediatamente cuadró conmigo, así como su contenido tamaño, y sobre todo… su grosor (8.25 mm nominales).
Me encantan los relojes finos.
Mi reloj favorito de entre los que tengo es mi “chinorri” Beijing Beihai. En primer lugar por su espectacular movimiento (incluso con un Unitas 6497 Premium en la caja, me sigue pareciendo mi mejor reloj en ese sentido). Y adicionalmente porque con sólo 9 mm de espesor, me resulta sensorialmente fascinante tenerlo entre los dedos y acariciarlo. No sé describirlo, pero me encanta.
El C5 Malvern, siendo aún más fino, me resultó inmediatamente atractivo.
El movimiento, aunque picaba a pequeño y no deja de ser un pegote redondo en una caja (esencialmente) cuadrada, cumple con mis mínimos. Un buen bandeado fino, que es mi decoración favorita cuando está bien ejecutada. Tornillos azulados. Remonte manual, para disfrutar de ese “click-click-click” todas las mañanas (no le hago ascos a ningún automático, pero si se puede elegir, prefiero manual, me gusta ese “vinculo” diario con el reloj).
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Obviamente, lo añadí a favoritos, y ocasionalmente le echaba un vistazo. Y la admiración se fue convirtiendo en amor…
Coño, que bonito.
Jo, pero qué bonito.
Madre mía, ¡qué bonito!
Llevo meses conteniéndome, con ganas de comprarlo, pero diciéndome a mí mismo que esta afición es peligrosa, y hay que ir con ojo. El Galeno estaba en ciernes. Y llevo un año esperando al Steinhart Ocean Two Premium, reloj que se suponía iba a salir a la venta de forma inminente para siempre ser retrasado. Con el verano a la vista y una producción más limitada (ya lo perdí en la partida anterior) el Diver tenía prioridad.
Así que he hecho lo que he podido para resistir (con dificultad) la tentación, diciéndome que no debía comprarlo, porque quizá se precipitasen las cosas… y cayeran el Galeno, el Steinhart y el C5 Malvern, todos casi al mismo tiempo. Y eso sería excesivo.
Hasta que los acontecimientos cuadraron por sí mismos.
El Galeno sigue en su barrica madurando como un buen vino hasta que esté listo (y no me cabe duda que será excepcional cuando llegue). Y Steinhart retrasó sin fecha el Ocean Two Premium.
Así que vía libre. Más de un año sin comprar relojes, las ganas a flor de piel, el dinero ahorrado y disponible, y sin otras piezas inminentes a la vista. El momento era ideal. Así que lo encargué sin remordimiento alguno.
El servicio de Christopher Ward… mejorable.
Tras el mensaje automático de confirmación de pedido, siguieron 8 días de silencio absoluto. Fue lo que tardaron en procesar el pedido y enviar el paquete. Me parece excesivo. El correo de confirmación de envío contaba con un número de seguimiento que no funcionaba. Tres correos pidiéndoles que lo corrigieran se perdieron en el ciberespacio sin respuesta alguna. Al final tras algo más de dos semanas, el paquete apareció en correos.
Todo en orden, bien embalado y en perfecto estado, pero no me gustan las firmas que una vez cobrado el producto se ponen de perfil. Entiendo que CW ha dado la campanada y venden relojes como rosquillas, pero de todos modos se agradecería mejor atención al cliente.
En cuanto al producto… a la altura de las expectativas (no así las fotos, sólo tengo el móvil y esta vez no se ha portado como con la presentación del Steinhart, no sé qué le pasa que se niega a saturar bien los azules)
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El reloj una vez en la mano parece algo más grande de lo que uno esperaría de sus 38 mm de ancho nominal. Es técnicamente más estrecho que el Beijing Beihai (39 mm), pero al ser cuadrado tiene más superficie real, y visualmente no parece menor, sino al contrario (son –número gordo- 14 vs 12 cm2 de superficie).
En la foto siguiente, de izquierda a derecha: Beijing Beihai (39), C5 Mavlern (38), Parnis Power Reserve (43). No sé a vosotros, pero a mi visualmente me parece mayor que el Beijing.
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El acabado de la caja es muy bueno, y en particular, la textura sun-burst del dial y su tono azulado son una maravilla. Sobre todo en exterior, a la luz del sol. Una pasada las reflexiones y su cambio de orientación al mover el reloj respecto de la luz. Las fotos no le hacen justicia.
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Aunque es un reloj muy fino, en persona no me resulta tan agradable de manosear como el Beijing Beihai. Nominalmente el Beijing es un pelo más grueso, pero su perfil es más redondeado, y hasta el zafiro es abombado. Así que los bordes del chinorri son en la práctica más finos que los del Malvern, y al tacto parece un reloj mucho menos grueso. El C5 Malvern es casi más cuadrado de perfil que visto de frente, y con el zafiro plano no causa la misma sensación de finura que el Beijing.
Las agujas son de mi diseño favorito (Dauphiné) y aunque me encantan los segundos subsidiarios, en este caso la trotadora central con su barrido a 28800 bph, es una gozada de contemplar. Aunque por algún motivo, me da la impresión de que se moviera menos suave que un Hamilton Khaki del mismo ritmo, por ejemplo.
En cuanto a dial, creo que es el reloj más bonito que tengo. Sobre ese azul y sus preciosas reflexiones, los batones aplicados quedan particularmente bonitos. Me encantan, le dan a cualquier reloj un relieve y una tridimensionaliad preciosos. Incluso mi humilde Parnis Power Reserve tiene un aspecto estupendo con ellos.
Y sí, confirmado en persona, el contraste cromático entre la correa marrón (de notable calidad, o eso me parece) y el dial azul, queda estupendamente.
Con el movimiento (Sellita 210-1)… luces y sombras. Las comparaciones son odiosas, pero las haré de todos modos. Si no, no sería yo, ya sabéis que para mí el movimiento es el alma del reloj.
Que sea redondo en una caja cuadrada no deja de ser un parche por evidentes motivos económicos. No se puede pedir más por 500 euros, al menos que yo sepa. Esto no es un Eterna ni un Wempe. Tampoco cuesta lo mismo.
El bandeado está muy bien ejecutado. Aspecto típico de suizo humilde. Textura suave, reflejando la luz de forma preciosa y cambiando completamente de aspecto según el ángulo respecto de la luz. Nada que ver con los típicos acabados chinos (tipo ST36), que parecen hechos con un arado.
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La calidad del bandeado en cuanto a ejecución está esencialmente a la altura del de mi Steinhart Nav B-Uhr (Unitas 6497 Premium), pero es menos llamativa al ser recta en vez de redonda.
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Pero…
Por aberrante que os parezca a algunos… el bandeado del Beijing Beihai me sigue pareciendo aún mejor. Es igual de fino, igual de suave, pero el material del puente de tres cuartos tiene una tonalidad más dorada, más cálida, que encuentro más agradable. Y sobre todo: por algún motivo, al cambiar la inclinación del Beijing el bandeado genera reflexiones más variadas y más estéticas. Más colores en algunos ángulos, más sensación de espejo pulido en otros. Imposible de describir visualmente, y no sé fotografiarlo. Hay que verlo. Y en persona… el chinomierda me sigue pareciendo superior a mis dos “suizos” (aunque sean de gama humilde).
Lo siento, pero lo digo de corazón:
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La tornillería… de nuevo bien hecha y de aspecto típicamente de suizo económico. Evidentemente azulada a fuego, con una pureza de color y reflectividad totalmente distintos, mucho más agradables y puros, que los lacados de mis “chinos económicos” Seagull y Parnis.
Pero tienen el mismo “defecto” que el Steinhart, y que siempre critico (si alguno de vosotros ha leído mis otras revisiones, sabréis que siempre comento esto).
El azul se genera por oxidación del acero base del tornillo, y para conseguirlo hay que pulir la cabeza para eliminar el níquel de su superficie. Pulir la cabeza lisa es fácil. Pero pulir la ranura del destornillador ya es otra historia. Y a estos niveles de precio, no suele hacerse. El resultado… que aunque el tornillo esté azulado, queda la línea plateada de la ranura. Y a mí eso no me gusta. Da la sensación de que el producto no estuviera acabado. Philippe Duffour dice que un tornillo azulado con el slot plateado es signo de un mal artesano. Mirad al principio del post la foto del movimiento del Eterna Madison. Esos tornillos no tienen ranuras plateadas.
El Beihai por su parte, también tiene los tornillos totalmente azulados. He leído en algunos sitios que están azulados a fuego. No sabría ni podría confirmarlo, pero sí puedo decir que al microscopio tienen exactamente el mismo aspecto que el Unitas y el Sellita, salvo porque su ranura SI es azul. Y se ven claramente distintos de los Seagull y Parnis.
Otro detallito “pche” del movimiento es que el puente bajo el volante no tiene decoración alguna. Es metal totalmente crudo. Eso le resta estética. En el Unitas del Steinhart critiqué que el perlado era poco visible, pero al menos lo tenía. Y una vez más, el indigno chino que algunos puristas no tocarían ni con un palo… está un paso por delante de ambos. Precisamente el maravilloso contraste entre el bandeado del puente de tres cuartos y el perlado del puente bajo el volante es una de las cosas que más me gusta de ese movimiento.
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Conste que estoy comparando solamente estética. Sé que el control de calidad, la fiabiliad y mantenibilidad de los Unitas 6497/8 y del Sellita 210 (en el fondo un ETA 2801) no tendrán nada que ver a largo plazo con la del Beijing B18. Sé que el día que me falle el chinorro me las veré y me las desearé para que alguien me lo repare, y hasta me planteo comprar un Quomolangmal (Quomolangmal) para tener un repuesto del movimiento. Con los dos suizos, eso no será un problema. Entiendo que eso es lo unico que le importa a una mayoría. Pero a mí, que valoro la estética de la máquina por encima de otras cosas, el Beijing me tiene alelado. Incluso con el C5 Malvern aquí y de novedad… sigo creyendo que el Beihai es mi reloj favorito.
Parece que estoy bastante solo en ese sentido. Hasta ahora, ningún reloj había llamado tanto la atención a los compañeros de trabajo como el Christopher Ward. En el curro, el C5 Malvern Slimline Square ha sido un exitazo.
Agravios comparativos con el movimiento aparte… el reloj ha sido un acierto, y me alegro muchísimo de la compra realizada. El reloj me encanta, su dial me parece precioso, el brillo y contraste de los batones le da un relieve y una profundidad estupendos, el contraste de la correa marrón con el dial es tan bueno que hasta a mí me ha gustado, y el movimiento está razonablemente bien decorado. No es un reloj económico, pero tampoco es un reloj de lujo, y personalmente creo que vale cada euro que cuesta.
Una gran compra. Lo recomendaría a cualquiera. De entrada, un compañero de trabajo ya está tentado de comprarse uno.
Un saludo.
(PD: por completitud, y ya que se mencionan en esta presentación:
La revisión del Beijing Beihai:
La del Steinhart Nav B-Uhr:
PRESENTACIÓN. Steinhart Nav B-Uhr II Premium (Unitas 6497) )