Omega, en concreto el Speedy Moon es un reloj que me llama, siempre me ha llamado, pero que Omega está empeñada en no vendérmelo.
Ya tenía uno nuevo apalabrado prácticamente pero el tema del virus la relojería cerró y me dio tiempo de reflexión.
A la vuelta de la actividad me encuentro con una subida importante en los precios, en este caso 300 euros por que sí. Veamos, que mi pensión no se ha revalorizado eso ni de coña y tengo ahorros (pocos) justo por evitar este tipo de cosas.
Es un reloj que podía permitirme, pero me molesta esa sensación de tomadura de pelo, la verdad.
Y por otra parte no lo necesito ni para saber la hora, ni para presumir ni para nada de nada. Vamos, que es un capricho y tengo ciertos límites autoimpuestos para mis caprichos (y por cierto, otros caprichos caros esperando). Y puestos a ser exquisitos, el Omega Moonwatch siempre sería un reloj “parecido” al que estuvo en la Luna, NO el que estuvo o los que estuvieron en la Luna, de hecho el único parecido es la marca y en cierto sentido el modelo.
Al final, con cierto reparo o vergüenza o lo que sea, he recurrido a un “homenaje” simplemente por que me gusta la estética y la verdad es que me hace ilusión. Además, la diferencia de precio me hace perder la vergüenza rápidamente, que no hablamos de un poquito, hablamos de 5000 euros contra 160.
Además, el reloj lleva un movimiento Sea-Gull que me encanta, el del 1963 modificado. De esos que algunos llaman “chinorris” pero que ya quisieran otras marcas mas guays y reputadas.
Veamos Omega, si quieres que tenga un MoonWatch solo quedan dos opciones: O bajas precios o me toca un pellizco en la Primitiva, ambas opciones muy poco probables.
En todo caso no quería hacerme demasiadas ilusiones antes de recibirlo.
Las opiniones en la Red eran bastante positivas pero ya sabemos que hasta que lo tienes en la mano esto es una especie de ruleta rusa y en definitiva no se trata de intentar enfrentar cara a cara a un peso pesado (con muchos caros intangibles detrás) con una pieza como esta.
Por otra parte, aparte del logo muy evidente, la única diferencia remarcable en un segundo vistazo es que la subesfera de la 6 marca un dial de 12 horas en el Omega contra uno de 24 horas en el Alpha.
Es que en el subdial de las 6, el Omega tiene un contador de horas para el cronómetro (12 horas en concreto) mientras que el Alpha tine un reloj monoaguja de 24 horas.
Pues bueno, llegó y las sensaciones son mas que buenas en cuanto a calidad de acabados y de presencia en general.
Un reloj equilibrado, muy similar en muchos aspectos al homenajeado pero que no esconde que es eso, un homenaje.
Con un fondo visto que nos deja admirar esa belleza de máquina SeaGull.
Y con acabados muy buenos y un brazalete de acero macizo con una extraña (para un reloj “astronauta”) extensión de buceo.
Viene en una bolsa símil piel con su manual y su tarjeta de garantía perfectamente cubierta.
Creo que una buena compra que de momento me quita la CRI.
