Weiss solia vender en ebay relojes con calibre Unitas y cajas no sé si de Kemmner, o muy parecidas. Parece que ahora va incrementando el número de piezas in-house, y posiblemente en un tiempo sea completamente manufactura.
El calibre propio parece estar basado en un Unitas, sólo que con puentes y base (y quizá más piezas, entre las que me parece entender el muelle principal) de factura propia.
Este reloj de American Issue está hecho con nuestro movimiento mecánico CAL 1003 de nuestra última producción, con un ritmo más alto de 21.600 BPH combinado con un resorte principal rediseñado y la adición de una función de hacking que detiene el barrido de la manecilla de segundo a cero cuando la corona se retira para su ajuste. El desarrollo de estos tres elementos lleva la precisión de nuestro reloj a un nuevo nivel. El movimiento ha sido decorado a mano con rayas de Ginebra, tornillos azules y rayos de sol en la corona y las ruedas de trinquete.
Algo que me parece que no tiene nada de timo, y sí mucho de mérito, sobre todo si el que lo lleva a cabo es un joven relojero. No es muy distinto a lo que hacía Nomos con los Peseux (por eso sus calibres son ridículamente pequeños, forzando relojes igualmente pequeños), o a lo que hace una Dörnbluth y a mayor precio. Cúantas gloriosas firmas relojeras se limitan como mucho a firmar un calibre ETA, pero eso sí, te decoran sus páginas con fotos de abuelitos relojeros de bata blanca metiendo mano pacientemente a un calibre…
Y no sólo eso.
Parece que también se hace él mismo las cajas y las esferas.
Un reloj así, a 2500 euros, no me parece nada caro… al contrario.
El otro calibre está derivado de un ébauché Eterna 39, lo cual me dice mucho (y bueno) del amigo Weiss, aunque tampoco sé hasta qué punto estará modificado.
Echa también un vistazo a otros fabricantes americanos como RGM Watches y Keaton Myrick. Lo que llegó a ser un día una de las principales potencias relojeras, con firmas como Bulova, Hamilton, Waltham, Elgin, Illinois, y lo que es hoy… Afortunadamente, entre éstas micromarcas, y el éxito de Shinola, parece que llegan mejores tiempos relojeros para la tierra de los libres.