Hola, zagales. Como os dije que para después de Semana Santa os haría un repasillo a la última (y muy peleada) pieza que ha pasado a formar parte de la panoplia de relojes de cabina de un servidor, pero resulta que los acontecimientos se han precipitado, adelanto tarea y me quito deberes de encima.
Ya sabéis que persigo cockpit clocks de aviones que hayan sido pilotados por compatriotas nuestros, ya sea en nuestras FFAA´s ya sea en otros lares. Eso abre el abanico de forma infinita, pero no adelantemos acontecimientos. En su momento mostré tanto el Junghans del Me-109 como el Acho del Polikarpov I-16. Me quedaba una espinita en aquella franja temporal: el Chirri.
¿Que qué era un Chirri? Pues se trataba de un sesquiplano (o sea: ni biplano ni monoplano; un paso intermedio… sesqui = 1,5) italiano, cuyo nombre oficial era FIAT CR 32
FIAT no necesita explicación (Fábrica Italiana Automobili Torino), pero CR 32 sí. CR son las iniciales de Celestino Rosatelli, el ingeniero que lo diseñó, y 32 corresponde al año (1932) del inicio de los trabajos para la aeronave
El Chirri se llamó así en España por una circunstancia bastante chocante: cuando Mussolini empezó a enviar estos aviones a Franco en agosto de 1936 llegaron con los correspondientes pilotos e instructores transalpinos, que se refería a él con las iniciales del diseñador, es decir: CR. Pero claro, ‘Ce Erre’ es como lo diríamos los españoles. Los italianos lo hacían en su propio idioma, y la letra C se pronuncia ‘Ci’ –o sea, ‘Chi’ para los de aquí- y la R, ‘Ri’. De modo que un italiano diciendo CR sonaría a un local ‘Chi-Ri’. De ahí a Chirri hay menos de un paso.
El caso es que no tenía muy claro cómo atacar el tema, y lo primero que hice fue indagar en la bibliografía existente para averiguar qué clase de reloj llevaría el Chirri. Para ello localicé un manual de instrucciones industrial expedido en la Italia fascista y pude observar el aspecto exterior del reloj, que era algo tal que así
A continuación averigüé que dicho manual estaba a la venta en formato digital por unos ridículos 6 euros, y lo compré a un vendedor italiano
Seguía sin saber la marca, pero ya había podido confirmar con cierto detalle la estética. Iba situado en la cabina del FIAT a la derecha del piloto, en un anclaje de tres puntos
La siguiente pesquisa fue profundizar en los modelos que pudieran dotar a la Regia Aeronáutica en los años 30. Buceando por la red conseguí descubrir que el citado reloj no era de una única marca, sino que se correspondía a unas exigencias de dotación emitidas por las fuerzas armadas, y que fueron atendidas por al menos tres fabricantes: Borletti, Sonia y Zenith. En los tres casos la estética era muy similar. Aquí fue de gran ayuda el museo virtual de Historica Collectibles, regentado por un transalpino
Como no conocía a nadie en Italia del ramo tiré del hilo del vendedor francés que me proporcionó el Breguet y el Dodane, y éste me puso en contacto con un coleccionista italiano que, ¡oh milagro!, estaba dispuesto a venderme uno.
En este caso se trata del Zenith 8 jours
que aunque carece del anclaje trasero de bakelita con tres vanos para tornillo usado en las carlingas cuenta sin embargo con todos los elementos del reloj, además de un par de detalles significativos: pintado a mano en el dial se encuentra la conversión a formato 24 h de cada hora, y las saetas se ve claramente que han sido sustituidas, ya que no sólo en Zenith (también en las otras dos marcas) originalmente fueron siempre tipo catedral. Respecto a la firma A.Cairelli ROMA bajo el cañón hace referencia a un contratista italiano que suministraba material tanto al estamento militar como al civil. Las versiones de muñeca del Zenith A. Cairelli de los años 60 hoy en día son muy valoradas, y es algo que ha movido (no sólo a Zenith, también a Breguet, Dodane y demás marcas con historial aeronáutico contrastable) a potenciar las actuales reediciones
La corona con acusada forma de cebolla a las 6 sirve para dar cuerda al reloj, en una primera posición, mientras que la tensión extendida en una segunda posición permite mover las manecillas
Para anclar el reloj al DM pintado de negro he usado adhesivo doble capa en tiras pequeñas y silicona transparente. La fotografía ilustrativa es la correspondiente a la unidad alojada en el Museo de Cuatro Vientos, tal cual se encontraba en el año 1981
Para quien quiera saber algo más del extraordinario caza FIAT CR 32 puede echar un vistazo en la Wikipedia
Por último, no quise dejar de incluir en la metopa que fabrico para cada reloj un pequeño homenaje al piloto que más victorias obtuvo con este aparato, el capitán Joaquín García Morato. Es digna de recordar la anécdota que dio origen al lema de su patrulla, y que se ha perpetuado hasta nuestros días en forma de escarapela para el Ala 11. La historia tiene su gracia…
En plena guerra civil se hallaba García Morato combatiendo en las fuerzas aéreas franquistas cuando un piloto novato, que no hacía más que perseguirlo por El Copero (Sevilla) pidiéndole poder incorporarse a su escuadrilla, pasó de persistente a pesado. Gª Morato no sabía cómo quitárselo de encima, así que le dijo ‘si adivinas cuál es el lema de la escuadrilla, te admitimos en ella’. La trampa era que ni la patrulla original (Gª Morato, Salvador y Bermúdez de Castro), ni la escuadrilla ni el grupo de combate tenía lema alguno. El joven iba de un lado a otro intentando averiguar el motto sin éxito, hasta que un guasón sevillano aficionado a los toros le dijo: ‘el lema del capitán es Vista, suerte y al toro’ (frase que por lo visto se decía a los matadores antes de iniciar la lidia). Encantado por haberlo averiguado el muchacho corrió a localizar al capitán, quien no podía creérselo cuando aquél le dijo que ya lo había descubierto. Fue decírselo y García Morato, malacitano y también aficionado, empezó a partirse de risa, con tan buena fortuna que desde ese instante el eslogan de la Escuadrilla de García Morato sería ese: ‘Vista, Suerte y al Toro’
Orla esa frase una galleta donde aparecen tres aves en actitud de ataque: el halcón, representando a Morato, el mirlo, a Salvador, y la avutarda, a Bermúdez de Castro. Bermúdez fue derribado y muerto en Brunete, Salvador derribado y hecho prisionero en el Ebro y García Morato tuvo un cruel destino: el 4 de abril de 1939, apenas tres días después de haber concluido la guerra, se accidentó mortalmente en el aeródromo de Griñón (Madrid) al hacer una maniobra acrobática demasiado cerca del suelo y empanzarse su aeronave contra la tierra.
Espero que os haya resultado de interés. Hasta la próxima (jartito de torrijas, preveo… )