Aunque no es un modelo novedoso, lleva diez años en el mercado y ya lo conoceis, tampoco he visto tantos hilos sobre él; no es un Seiko, no es un diver y tiene una esfera con complicaciones, así que no lo ha comprado tanta gente y no está tan visto como para no hacer un buen hilo de presentación. La pieza lo merece, y la marca en general, que hace excelentes relojes mecánicos de manufactura propia desde hace casi 70 años (el 13 de Julio de 2020 los cumple). No me he podido esperar y ya he puesto estos días algunas fotos, pero os lo enseño más en profundidad para quien pueda interesarle más el reloj o quiera entretenerse un rato viendo el hilo. Espero que os guste la presentación y no se haga demasiado pesada. Para el que no tenga tiempo siempre se puede ver a trozos, y he puesto bastantes fotos para que sea más ameno. A mí me ha encantado hacerlo, es un disfrute más con el reloj nuevo.
Para mi último cumpleaños quería un buen reloj automático; el reloj tenía que ser de cierta categoría, algo más especial de lo habitual, no se cumplen 45 años todos los días. Requisitos impepinables: una de las marcas tradicionales de relojes que me gustan de siempre (Seiko, Orient y Certina entre mis favoritas), de vestir, de esfera clara, blanca perlada o crema, buen calibre automático con cuerda manual, parada de segundero y buena exactitud (Orient de la gama Star, Seiko 6R15, eta 2824-2 o 2836-2, o Powermatic-80…) y una calidad en caja, esfera y armis o correa que se notase claramente por encima de gamas más económicas. También importante, un cristal de zafiro, a ser posible con un buen antirreflejos; creo que a todos nos gusta que un reloj más especial mantenga con los años su cristal impoluto, sin arañazos molestos, y para esto el zafiro es lo mejor. Como requisitos no imprescindibles, pero también importantes, que llevase un buen brazalete de acero (lo prefiero, es otra cosa en la que se diferencian mucho las gamas, y luego le compras las correas que quieras), por supuesto totalmente macizo, end-links incluidos y cierre de acero forjado, no de chapita doblada; también alguna complicación o algo técnico interesante que yo aún no tuviese en ningún reloj, además caja con fondo visto y calibre agradable de ver, con algo de decoración a ser posible. Y por supuesto, una compra segura, sin riesgos de aduanas ni de relojes de devoluciones con posibles defectos ni historias de esas, con su caja original y toda su dotación lógicamente, documentación, garantía sellada…merece la pena si la pieza es de cierta categoría y quieres que sea uno de tus relojes más especiales, pagar un poco más por tener todo esto, en mi opinión, pero ya es cosa de cada uno.
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La búsqueda estaba entre algunos de los típicos relojes que se barajan con presupuestos similares, el bonito Seiko SARB035, uno de mis favoritos, los Seiko Presage Cocktail u otros, los sempiternos Certina DS-1, Tissot Visodate (bonito, pero sobre todo me atraía porque tengo el Visodate de 1955 y me hacía ilusión tener la pareja, el abuelo y el nieto, aunque por dentro el nieto ya no lleve los genes del abuelo…) o Hamilton Jazzmaster, por supuesto otros Orient Star de vestir, como los elegantes Classic y Standard…Pero siempre como referencia este Orient Star Retrograde de esfera blanco crema y brazalete de acero, que tras batirse en duelo con todos los citados y algunos más, finalmente fue el elegido.
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No puedo estar más satisfecho con la decisión. Lo que no le faltaba a uno le faltaba al otro; alguno un poco pequeño, otros sin zafiro y con un cristal mineral además demasiado expuesto, otros con una caja demasiado simple, igual que las agujas, apliques…poco trabajados. Me hicieron pensármelo más el Seiko SARB035, algún Seiko Presage SARX, con cajas elaboradas y bonitas y esferas elegantes, con buenos apliques y agujas bien hechas, como buenos japoneses de esas gamas. Y que me gusta mucho Seiko. Pero Orient también, y el Orient Star Retrograde lo tenía todo, hasta en el tamaño me ha parecido perfecto para un reloj de vestir (39,5mm), porque ni le falta el poco que quizá le falta a otros (Seiko SARB035), ni le sobra nada.
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Si lo hubiese podido tener entre las manos desde el principio, no habría dudado nada. Una de mis dudas fue por si el reloj resultaba algo recargado, poco legible, cuando se suele decir que un reloj de vestir tiene que ser más despejado de esfera. Pero ya tengo bastantes relojes de vestir más simples y despejados, está bien tener un reloj de vestir más exuberante, más al estilo de los relojes complicados de la alta relojería, que a mí siempre me han encantado. No todo lo elegante van a ser relojes al estilo sobrio del Grand Seiko (precioso) o al estilo diáfano del Max Bill. Pero es que, además, este Retrograde es muy legible a pesar de sus complicaciones, lo que da una idea de su buen diseño, y eso se aprecia de verdad viéndolo al natural.
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Siendo todos los citados relojes muy bonitos y de calidad indudable, este Retrograde está un escalón por encima de varios de esos oponentes, no solo en complicaciones relojeras, sino también en calidad. Y además lo parece. Cuando se busca un reloj bueno, al menos para mí, es importante que además de serlo lo parezca.
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Es un reloj “Made in Japan” como todos los Orient Star. Todos los Orient tienen calibres fabricados en Japón, pero otras partes fabricadas en factorías de Orient de otros países de la zona, aunque seguro que eso no les quita ni un ápice de calidad; no obstante, los Star son la familia “noble” de Orient, relojes especialmente cuidados, fabricados con más exigencia y mimo, y por ello mantienen ese marchamo extra de calidad de ser enteramente manufacturados “in house”, en Japón. Como en los Presage de Seiko, entre los Star también hay gama de entrada, como los Classic o los Standard, y otros de más categoría (y precio), entre los que se encuentra el Retrograde, un modelo que desde el año 2009 que empezó su comercialización ha sido de los Star más queridos por Orient y de los más cuidados por la manufactura nipona, manteniéndose por ello en catálogo durante una década entera, y continúa en 2019, con cambios estéticos, unos modelos más sport y otros más de vestir, pero con la misma calidad de siempre y con el mismo calibre. El que yo he elegido es el que más me ha gustado siempre, de los últimos fabricados recientemente, justo antes de la remodelación estética del 2019.
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Su precio oficial durante estos 10 años ha oscilado entre los 90.000 y los 120.000 yens, entre 800 y 900 euros de media, según catálogos de unos años u otros. Pero como otros relojes japoneses de ese rango de precios, en tiendas on-line puede comprarse, de media, por entre 500 y 600€, siempre hablando de comprar con su caja y dotación originales, garantía sellada y sin riesgo de aduanas ni de que el reloj venga mal porque sea de devoluciones o cosas así…Ya a esos precios está bastante barato para lo que es el reloj, por debajo de ahí, ya es cuestión de cada uno arriesgar. Independientemente de los precios a los que pueda verse en el mercado “gris”, el reloj vale cada céntimo del precio oficial que Orient le ponga. Difícilmente se puede tener un reloj con su nivel de calidad y con sus complicaciones por menos de esa cantidad. Ofrece algo parecido Seiko, con los Presage SARD Retrograde un poco más caros, pero poco, alrededor de 1000€. De marcas suizas mejor nos olvidamos, con el mismo nivel de calidad, cajas tan trabajadas, esferas, apliques y agujas tan elaborados y con calibres con esas complicaciones que ofrecen los Orient Star o Seiko Presage retrógrados, serían bastante más caros, aún sin ser de manufactura propia como los japoneses.
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El calibre es Orient 40A50, automático con cuerda manual y parada de segundero, con varias complicaciones interesantes como el indicador de reserva de marcha, el calendario de día del mes analógico y el día de la semana retrógrado. Como calibre mecánico de manufactura propia que es, con mecanismos propios desarrollados por la firma como el del indicador de reserva de marcha (1997) y, en exclusiva para este modelo, el mecanismo retrógrado de día de la semana (2009), ya es un calibre bastante interesante y exclusivo, más que todos los de los demás relojes que estuve mirando.
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La reserva de marcha teórica de “más de 40 horas”, como dice el manual, en realidad supera las 45 horas, 47,5 exactamente en mi ejemplar, con lo que ya podían los de Orient poner un indicador de reserva de marcha graduado hasta 45 horas perfectamente; al consultar el indicador, siempre se puede contar con que queda un poco más de cuerda de la que indica, lo que es una ventaja. Me recuerda al indicador de gasolina del coche, que siempre tiene un margen para no quedarte tirado, gracias a Dios…El mecanismo, desarrollado por Orient en 1997, en mi experiencia con el Orient Voyager y el Square, y ahora con el Star Retrograde, es muy fiable y bastante preciso. Si el indicador lo lleva un reloj que se tiene puesto siempre y con una actividad diaria habitual, no es tan necesario, pero en relojes que se alternan mucho, como es mi caso y el de los relojistas en general, no tiene precio. Los únicos relojes automáticos que tengo que sé siempre si tengo que darles cuerda o no, para que no terminen parándose por la noche o durante una mañana tranquila de butaca y ordenador, son mis tres Orient reserva de marcha. En ocasiones, desde luego, lo echo de menos en mis otros automáticos. A parte de eso, con estos relojes he aprendido, de verdad, cómo, de qué manera y en cuánto tiempo vienen a cargar la cuerda los Orient y Seiko automáticos, que lo hacen más o menos igual de rápido (los mejores relojes en esto). Es muy de agradecer que Orient ofrezca este refinamiento, que otras muchas firmas solo incluyen en relojes bastante más caros. En la siguienfe foto, le quedaban algo más de 5 horas de cuerda, (realmente unas 7)…delicioso…
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El margen de exactitud de marcha del calibre especificado por el fabricante es similar al de un eta 2824-2 o al de un Seiko 6R15 (+25/-15 seg. al día), pero es habitual verlos con mucha más exactitud; el mío de momento anda con desvíos muy pequeños, entre 2 y 4 segundos de adelanto al día las veces que lo he comprobado, excelente para un reloj mecánico. Por lo demás es el típico calibre de los Orient Star, con decoración perlage en los puentes y côtes de Genève en el rotor semiesqueleto propio de estos relojes, con las bonitas letras doradas.
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La decoración de puentes y rotor es algo tenue, pero se agradece y en muchas ocasiones, según le incida la luz, se ve preciosa; las letras doradas del rotor sí tienen más volumen, se ven preciosas en una foto de cerca.
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En cuanto al logotipo Star, a algunos les extraña en un Orient, pero es de 1951, cuando Orient sacó su primer modelo Star, un año después de fundar la marca, así que en este logo y en el nombre “Star” hay tanta tradición de marca como en el logo del escudo custodiado por los leones rampantes. A mí me gusta la marca y me encantan los dos logotipos, aunque reconozco que le tengo más cariño al más típico del escudo con la “O” entre leones por ser el que veo desde que era pequeño. Quizá podrían habérselo puesto a estos Orient al menos en el rotor, como a algunos Royal Orient, pero también me encanta ver ahí la “S” de los Star recordando su pedigrí selecto, le aporta exclusividad.
La caja de acero está muy trabajada, con excelentes mecanizados, con un hermetismo de wr. 100m., más que bueno para un reloj de vestir, pero lo mejor, con lineas suaves y elegantes muy acordes con el estilo del reloj. Está elaborada con cepillados y pulidos de acabado muy fino, de especial mérito en la zona de las asas por las filigranas que hacen las curvas de las mismas en este reloj, serpenteando entre el espejado y el satinado. La sensación de calidad que da una caja tan elaborada y bien acabada es muy alta, nada que ver con esas cajas tan simples que ofrecen otros relojes por precios incluso mayores…es una de las cosas en las que los japoneses se lo curran bastante.
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El cristal lógicamente es de zafiro (solo en los Star Classic es mineral), pero además es un zafiro mejor (y más caro) que otros, al ser ligeramente abombado (muy bonito) y con un excelente antireflejos que hace muy cómoda la lectura del reloj y facilita bastante las fotos.
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El brazalete es una bonita pieza con mucha personalidad. Su particular diseño, con filas de siete eslabones independientes, hace que sea muy flexible y cómodo y adaptable a la muñeca. Es macizo por completo, end-links y cierre incluidos, con un acabado muy fino de cepillados y pulidos; el doble pulsador es suave y cómodo de accionar, y el cierre queda bastante enrasado en la linea del brazalete, lo que queda elegante también. Se agradecerían más de tres puntos de ajuste fino en el cierre, pero es mejor que los dos que tienen ahora otros relojes. Con los tres de este me ha quedado bien, y con margen para cuando en otoño se deshinchen un poco las muñecas. En esta foto junto al Voyager se ve la cantidad de piezas que tiene, muchas más que un armis de tres eslabones más convencional como el de su hermano, y a pesar de eso el del Retrograde suena menos al moverlo.
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La esfera del reloj es blanco crema, pero varía según la luz, como se ve en las fotos; se ve más blanca cuando le da más luz, y en general se ve más crema a la sombra, o a medida que la luz es más tenue. Tiene detrás un buen trabajo de diseño y fabricación. De diseño porque hay otros relojes complicados con diseños mucho más simples, con un estilo clásico muy manido, más simétrico y aburrido…Este Orient Star está en las antípodas de eso. Creo que hay que verlo al natural, en la mano, para darse cuenta del todo, porque el Retrograde me había gustado desde hace mucho, pero nunca imaginé que visto en persona esta esfera me pareciese de un diseño tan atractivo, original, fresco y dinámico…entre otras cosas es muy legible, para la cantidad de información y detalles que tiene en esta esfera, y eso denota un trabajo de diseño muy inspirado…creo que la disposición de las tres complicaciones, su tamaño, forma, inclinación…fueron muy meditadas y calculadas para crear esas sensaciones que lo alejan de otros relojes complicados de diseño más trillado y clasicote.
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En cuanto a la calidad puesta en esta esfera, hay que verlo al natural para darse cuenta, pero es mucha. No se ha escatimado en materiales ni en cantidad de trabajo echado en los detalles…no tiene nada simple, todo es muy elaborado, pero a la vez no resulta nada recargada, es todo elegancia y armonía…aunque parezca difícil, pero así es.
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Tiene distintos tipos de guilloché, hasta cinco diseños distintos de textura, entre los de la esfera principal y los propios de cada subesferita, siendo además ligeramente cóncavo entre cada hora, el guilloché del centro de la esfera. A simple vista destacan más las texturas de las complicaciones, siendo más sutiles las de la esfera principal, que se aprecian solo bajo determinadas condiciones de luz o mirando muy de cerca. Las distintas alturas o capas en las que están las complicaciones y la esfera principal también dan una agradable sensación de calidad, de reloj muy elaborado. La minutería va sobre la única franja lisa de la esfera, muy al borde, con las rayitas de minutosy los puntos de lumen perfectamente pintados y acabados, sin el más mínimo descentrado ni falta, aun visto con lupa.
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Los apliques de las horas me parecían más simples en las muchas fotos que hay por la red, no digamos en las pésimas “fotos” habituales de las tiendas on-line. Son unos señores apliques de acero, facetados y con partes satinadas y partes pulidas a espejo, típicos de los buenos relojes japoneses. En el caso de este Retrograde, los apliques horarios tienen nueve caras, ahí es nada, con la cara superior satinada y acanalada, y las demás espejadas, siendo más anchos y con un canal grande en el centro los de las 12, 3 y 6.
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En Orient dicen que tanta elaboración, con tantas caras y con acanaladuras, cepillados, pulidos y demás, es para que, venga de donde venga el más mínimo rayo de luz, la esfera, los apliques, sean capaces de captarlo y den así más visibilidad y legibilidad al reloj…A fe que lo consiguen, pero yo añado que le dan también más belleza, porque la sensación de calidad que le da ese chisporroteo de sutiles brillitos al mover la muñeca de noche es muy agradable. Las agujas dauphine horaria y minutera, son otro ejemplo de esto; son todo menos simples, están divididas en dos partes, mitad pulida a espejo y mitad satinada, de manera que, según Orient, hagan más visible la hora; una vez más, es cierto, el reloj es más legible gracias a estas cosas, y además se ve muy bonito, el juego de luces y sombras que hacen las agujas queda precioso y las destaca más de la esfera que si fuesen unas agujas más simples.
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Los espacios dedicados a la indicación de la reserva de marcha y al día del mes tienen guilloché radial en el centro, y concéntrico en los bordes, en la zona donde van los numeritos, y un marco de acero pulido a espejo en el borde…el acabado de todo ello es impecable, aguantando el macro sin despeinarse lo más mínimo, donde a otros relojes se les ven ya defectillos incluso teniendo esferas mucho más simples. Las agujas indican con total precisión, de “0” a “40” justo la de la reserva, y señalando exactamente el centro del número de cada día, el puntito en los pares, en la subesfera del día del mes, con el mismo perfeccionismo y cuidado puesto en esto como en todo el reloj. No siempre, en los relojes con calendario analógico, el centrado de las agujas es tan perfecto.
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Pero lo que atrae más la mirada en este reloj es el día de la semana retrógrado, en parte por el tamaño y el lugar donde está colocado a propósito, pero sobre todo por la pieza de acero en forma de arco de 90º que remarca la complicación…es una pieza preciosa, gruesa, cepillada por arriba y con los bordes achaflanados y pulidos a espejo, y está claro que está pensada para darle protagonismo a esta complicación.
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El cepillado de esta pieza es muy fino, suave, de un satinado brillante, y con los tabiques que separan los días pintados sobre él de forma muy elegante, dando su espacio amplio a cada día de la semana. La aguja retrógrada también me gusta mucho en este modelo, larga y con esa linea negra pintada en el centro para destacarla más, que me recuerda a las elegantes agujas dauphine del Seiko SARB035 con su raya pintada. Realmente, a parte del interés técnico que pueda tener esta complicación, es más bonito, claro, cómodo leer el día de la semana con esta disposición que con una subesfera normal.
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Las indicaciones retrógradas no son las más habituales, suponen un trabajo extra de ingeniería y de diseño, pero bien ejecutadas creo que le dan al reloj un plus de interés, de exclusividad y de elegancia. Orient dice que estuvo dos años desarrollando su mecanismo retrógrado propio, hasta que ofreciese una total fiabilidad, repetibilidad y exactitud, y es el mismo utilizado luego en el Royal Orient Retrograde. Sea cierto o sea un dato publicitario, lo cierto es que una indicación retrógrada es algo que da carácter a un reloj, de hecho es una de esas complicaciones que dan nombre a los relojes que las llevan , que suelen llamarse Retrograde, o Retrógrado. Me gusta mucho tener uno, y más con un diseño propio tan original y hermoso.
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Se podrían comentar más cosas del reloj, como su corona firmada y el buen tacto de esta al girar las agujas o dar cuerda, la sensación tan agradable que da precisamente el enrollar la cuerda manualmente, despacio, mientras se ve avanzar la aguja de la reserva de marcha, me encanta eso. Pero creo que ya he dado una buena idea de cómo es el Orient Star Retrograde. He dicho solo virtudes, pero la verdad es que no le veo defectos importantes…no le veo defectos, pero reconozco que puede ser por estar en la fase de inicio de una relación, cuando todo se ve perfecto. Otros se los verían seguro, pero es que este reloj encaja en mis gustos como si lo hubiesen diseñado para mí, y la verdad es que, objetivamente, poco más se le puede pedir. Os dejo unas fotos en la caja de japoneses mecánicos en la que está ya instalado; hace la pareja perfecta con el Orient Voyager, que prácticamente es como un Star en calidad de acabados y calibre aunque no tenga ese plus de pedigrí, y además se complementan muy bien. Y con el Square al lado, más de una vez me va a costar decidir cuál de los dos me llevo a las bodas, jaja. Creo que el Orient Star Retrograde completa por arriba con broche de oro mi pequeña subcolección de Orient, aunque quién sabe.
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Ficha técnica:
Nombre completo: Orient Star Retrograde SDE00002W.
Movimiento: calibre de manufactura Orient 40A50 mecánico automático, 22 rubíes, 21.600 alt/h, puentes decorados perlage y rotor decorado con côtes de Genève y el logotipo y las letras doradas de Orient Star, Japan.
Posibilidad de cuerda manual.
Dispositivo de parada de segundero.
Exactitud según fabricante: +25/-15 seg. al día.
Exactitud comprobada en mi ejemplar: +2,5 seg. y +3,5 seg., en dos ocasiones. Una vez comprobado que va tan bien de exactitud, no creo que lo pruebe más en mucho tiempo.
Reserva de marcha según fabricante: más de 40 horas.
Reserva de marcha real comprobada en mi ejemplar: 47 horas y 30 minutos.
Indicador de reserva de marcha de 40 horas a las 12.
Calendario analógico de día del mes en subesfera a las 9, con paso rápido en el primer click de la corona, girándola hacia abajo (sentido antihorario); no accionar entre las 22:00h y las 02:00h.
Cambio de fecha en mi unidad: 23:58 horas.
Calendario de día de la semana por aguja de movimiento retrógrado, de lunes a domingo, en un arco de 90º a las 6. El pase rápido se hace en el primer click de la corona, girando hacia arriba (en sentido horario).
Cambio de día en mi unidad: 01:39h, tras desplazarse la aguja hacia el día siguiente durante una hora.
Lumen verdoso en agujas horaria y minutera y puntos de lumen en el borde de la esfera, junto a cada aplique horario. Más duradero el lumen de las agujas que el de las horas. No es un lumen espectacular como el del Orient Voyager, tan intenso y duradero como el de un buen diver, pero el lumen del Retrograde es suficiente para un reloj de vestir.
Corona a las 3, firmada con el logotipo de Orient Star, no roscada, con dos clicks, el primero para el ajuste de fecha y día y el segundo para ponerlo en hora.
Cristal de zafiro convexo con tratamiento antirreflejos.
Hermetismo de 10atm. / WR100m.
Caja de acero de forma redonda, carrura cepillada por el centro, con el cepillado prolongado hasta las asas, y pulida a espejo por los bordes superior e inferior del lateral, igualmente en las asas. Las asas son cepilladas por arriba, con un cepillado muy fino y suave. Bisel de acero pulido a espejo con una caída ligeramente cóncava. Tapa trasera de acero pulido a espejo, roscada, con seis muescas para su desmontaje, y fondo visto (no especificado si zafiro o mineral).
Diámetro de la caja sin corona: 39,5 mm.
Altura de la caja: 14,25 mm.
Ancho entre asas: 20mm.
Pulsera de acero con filas de siete eslabones macizos acabados en acero cepillado los más anchos y en acero pulido a espejo los tres más finos entre ellos, con end links macizos y cierre desplegable de acero forjado, firmado con logotipo de Orient Star, con doble pulsador.
Peso con armis: 146 gr. (con dos eslabones desmontados).
Peso con correa Hirsch Duke marrón miel de longitud media: 73 gr.
Saludos a todos y gracias por leer.