Lo primero que se ve es el exterior, después el interior.
Lo ideal es un equilibrio entre ambos.
Totalmente de acuerdo.
Pues en mi caso, un poco como con las mujeres: Primero me fijo en la impresión visual, esto es, la estética. Una vez que estoy conforme con esto, pues ya veo mas al interior de la persona. Si no me gusta el interior, pues adiós, aunque por fuera me haya molado. Ahora bien, puede que la impresión estética no haya sido espectacular, pero viendo sus virtudes interiores, pues esto compensa lo otro. Así que, a final de cuentas, el equilibrio es el que acaba imponiéndose.
Si la comparación relojes/mujeres fuese tal y como dices, creo que los “pibones” que entran por el ojo son equiparables a las CRI’s, y las compras meditadas son como la mujer con la que te casas, supuestamente para toda la vida…
Exacto! Una compra meditada sería un balance entre lo que te gusta, lo que te conviene y lo que puedes tener. Igual para el otro caso.
Yo apuesto por el equilibrio aunque es indispensable que estéticamente el reloj me transmita algo, por muy buen calibre que tenga y cualidades técnicas, si visualmente no me convence lo descarto.
La tercera xo siempre empieza por los ojos… saludos!
Si me entra por los ojos, ya intentaré que me guste por dentro ya…
+1…para cuarzos mis Casios
Pues he comprado por los tres motivos, sólo por el calibre, un reloj que estéticamente no me va mucho, sólo estéticamente y casi siempre tendiendo al equilibrio.
Si me gusta mucho estéticamente me vale con que lo que lleve dentro está bien. también voy buscando un determinado calibre, y en esos casos busco un modelo que lo lleve que también me convenza.
Si las dos cosas se unen, com el Longines 1973, la CRI es incontrolable…