Maravillosa restauración, muy bien contada… y donde se ve la de emociones que guarda ese reloj… a disfrutarlo… 
Has demostrado valor, en meterle mano a ese reloj tan preciado.
Yo no sé si me hubiese atrevido a hacerlo (seguramente, no). Pero, desde luego, hubiese esperado a tener el plexi preparado. Yo no tengo un fondo de armario como el tuyo.
Te ha quedado precioso. Y estoy de acuerdo en que esa correa le queda muy bien. Yo no buscaría más.
Yo tengo tres relojes de mi padre (que ya no está con nosotros). Son tres relojes magníficos. Y lo curioso es que me los dió en vida, hace ya muchos años (uno de ellos, hace muchísimos). Y no porque coleccionase relojes. Entonces, ni yo pensaba que me aficionaría así.
Te voy a enseñar uno de los relojes de mi padre, que tiene bastantes similitudes al tuyo.
Es un Seiko 5 (de 1969), y también lleva un calibre 6119. Pero aquí se acaban las similitudes, porque mi Seiko es muy deportivo (es un 6050, un reloj de regatas), y bastante más grande. Y no lleva plexi. Lleva un hardlex, que me llegó roto. Por suerte, pude encontrar un cristal original.
Tiene el bisel interno un poco descascarillado. Me ha salido la oportunidad de cambiarlo, pero he pensado que así es como me lo dejó mi padre, y no lo he querido sustituir (lo del cristal roto, era otra cosa).
Disfrútalo mucho tiempo.
Que bien te quedó el resultado final, y esa correa le queda genial. Gran reportaje y ahora a disfrutarlo!
Muchas gracias, Antonio.
Me encanta ese Seiko de tu padre, tiene una estética muy actual. Y también haría lo que tú, dejarlo lo más original posible.