Tuve un DGW-30 que se pasó en mi muñeca 18 años ininterrumpidos, salvo para los cambios de pila (¿dos, quizá?).
Ahora no es distinto, los voy rotando porque desde que entré en este foro por primera vez hace 10 meses, han caído ya 8, y no veo sentido tener relojes si no voy a usarlos.
Hasta hace poco los ponía para todo. Duchas, piscina, playa, montaña, bricolaje, trabajo de parcela, para dormir… No me preocupa la antiestética marca de la muñeca porque siempre hay un reloj tapándola y no se ve.
Hace menos de un mes entré en el peligrosísimo mundo de los automáticos, y han desplazado a los G para uso común. Tienen algo mágico. Pero a esos no me atrevo a darles mucho trote. Duermo con ellos (por lo que leo, quizá no sea lo mejor de cara a su exactitud), pero ni me ducho ni hago cosas agresivas con ellos. Para eso me pongo los G.
Así que ahora estoy constantemente con baile de relojes. Antes me los cambiaba una vez por semana, ahora varias veces al día (esto es enfermizo), pero siempre tengo uno puesto.
Bueno, un matiz… además de quitármelos para cambiar un modelo por otro, también me los quito para poder admirarlos…
¿Es grave, doctor?