[QUOTE=super 8;1314983]Venga, lo digo…
Un reloj del grupo Swatch, p.e. Hami o Certina, puede ser, opinablemente, tan manufactura como un Seiko.
¿Y eso? En relojería una firma es manufactura cuando se lo hace todo o casi todo. Y eso implica que la firma se fabrique sus propios calibres, no que use un calibre generalista con una pequeña modificación o ni siquiera eso. Hamilton y Certina hace décadas que dejaron de ser manufacturas relojeras. Ojalá Certina hubiese seguido fabricando sus propios calibres, los KF eran excelentes y le daban mucha personalidad y exclusividad a sus relojes. Los Certina vintage tienen esa esencia. Los de ahora son buenos relojes, pero no tienen eso, no son de manufactura propia como hasta los años 70.
Seiko hace sus relojes de punta a rabo, nunca ha dejado de hacerlo desde hace 100 años, y por supuesto hace sus propios calibres; no es que tomen un ebauche y lo “modifiquen”, sino que Seiko diseña y fabrica sus calibres enteros, hasta sus propias espirales de volante, lo más prestigioso. Son calibres herederos de décadas de tradición en la marca, con soluciones técnicas propias como la palanca mágica, transmitidas de generación en generación dentro de la propia marca. Pero además, Seiko fabrica sus cristales, su pegamento, sus correas, todo…Hasta cultiva sus propios cristales de cuarzo para sus relojes. Eso es una manufactura en relojería. Muy pocas marcas lo son ya realmente. Seiko lo es, igual que otras japonesas, como Orient o Citizen, Vostok y Raketa lo son y algunas suizas, pero pocas. Desde luego Certina o Hamilton no lo son, desde hace décadas. Hay marcas que, después de haber sido grandes manufacturas relojeras, durante años a penas han fabricado calibres propios, solo montaban eta u otras marcas de calibres generalistas, con modificaciones de más o menos enjundia según marcas y niveles de precio, aunque a veces sin modificar nada. El Miyota 3S10 del Breitling Jupiter Pilot de los años 90 es exactamente el mismo que el que lleva un Citizen 3510 o un Lotus de la época, por ejemplo, aunque en el montado en el Breitling no ponía Miyota 3S10, sino Breitling B59. Pero para ser una manufactura de verdad, no basta con pagar para poner tu nombre a calibres ajenos. Algunas de estas marcas suizas, en los últimos años, están volviendo a fabricar algunos calibres propios; Frederique Constant lleva años ganándose el mérito de ser considerada como una manufactura relojera, desde que la marca nació no hace muchos años, han ido incorporando calibres propios poco a poco, algo con bastante mérito.
Cuando se habla de que Certina, Tissot, Longines y otras eran manufacturas en la era dorada de las manufacturas, es porque en aquellos años, hasta la década de los 70, esas marcas fabricaban sus propios calibres. Así de simple. Dejaron de serlo cuando, para no desaparecer, empezaron a equipar los calibres generalistas eta que llevaban todas las marcas de su grupo y de otros grupos, o independientes como Edox. Edox, por ejemplo, es una gran marca que me gusta, pero nunca ha sido una manufactura, siempre han utilizado para sus relojes calibres de marcas de ebauches, AS, eta y otros. Una manufactura en relojería es otra cosa, es una cosa muy concreta, la que fabrica sus propios calibres, y por lo tanto la que hace sus relojes enteros.
Una marca de relojes puede tener muchos valores. Obviamente, la calidad no está reñida con ser o no ser manufactura. Pero los valores, el mérito, la exclusividad y el atractivo de ser una manufactura, hay que reconocérselo a las firmas que han sido capaces de seguir siéndolo en estos tiempos de globalización y pérdida de identidad y esencias. Si tienes un Seiko actual y un Seiko de 1969, ambos tienen, dentro y fuera, los mismos genes, la misma esencia, el Seiko actual es nieto del Seiko del 69, de arriba a abajo. Cuando cojo en las manos mi Tissot de manufactura de 1955 con su calibre Tissot 27B-621, o mi Certina de 1964 con su calibre Certina 28-10, y luego cojo uno de ahora con un calibre eta como el de decenas de relojes de otras marcas, no puedo evitar pensar que es una pena que hoy esas marcas no lleven sus calibres. No es lo mismo, aunque estos de ahora sean muy buenos relojes.
Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, cada uno tiene sus méritos, sus atractivos. Un Certina o un Hamilton tienen calidad, igual que un Seiko, pero manufactura es el Seiko. Los otros hace décadas que no lo son.
A parte de eso, como marcas en general, Certina o Hamilton no pueden ni soñar en compararse con Seiko. Modelos concretos de un segmento medio determinado se pueden comparar en calidad, sin tener en cuenta otras consideraciones, pero en otros aspectos y, por supuesto, en otros segmentos o en otras tecnologías, no pueden compararse con Seiko.