iba yo tan tranquilo paseando en un centro comercial ( ayer disfrute de un dia de fiesta ) .
vi una relojería, y como buen curioso que soy, observe que relojes había expuestos.
me llamo mucho la atención un citizen promaster, por la originalidad de su caja y por ser un ana-digi, me gusto mucho el detalle del color anaranjado “chillón” del minutero.
al final , no pude resistirme y entre en la relojería.
habia una dependienta muy maja y de muy buen ver. que no puso pega alguna para dejarme “probar” el citizen.
me gusto mucho como me quedaba en la muñeca, pesa muy poco, gracias a su caja de titanio y correa de caucho.
me dejo un buen sabor de boca.
lo malo, vino cuando tuve que devolver el reloj a la dependienta y ver como este se colocaba otra vez junto con sus hermanos, expuestos a la venta.
una mezcla rara de sentimientos me invadieron.
creo que “la droga” del reloj ya ha empezado a alimentar mis ansias de tenerlo.
mi corazón me pide que lo compre, y mi cabeza no.
ya esta bien de compras impulsivas.
sin embargo, ahora se donde esta expuesto. eso de saber donde esta el reloj es muy malo para el bolsillo
creo que por ahora soportare la tentación.
aunque es muy probable que sea mi próxima compra.
que me podéis decir de el ?
Hola.
Fue mi reloj del verano pasado. Solo puedo que decir maravillas :). El mio era la versión de acero. Grande, cómodo, espectacular…Si te lo puedes permitir y por lo que valen, una de las mejores de compra que hay