Como decía mi abuelo en sus buenos tiempos cuando aun recuerdo que lo veía joven y nos llevaba al rió a coger renacuajos junto con mi hermana y mis primos, y con mas pena que gloria pero siempre con una sonrisa en la cara, echaba para adelante con la ayuda de mi abuela, una casa con unos cuantos hijos y un chorro de nietos. “Donde cogen dos caben tres,”
Dejando la nostalgia a un lado el día 23 de mayo un buen amigo mío de esos que valen mas que un tesoro y que escasean últimamente, me sorprendió muy gratamente, haciéndome un regalo por mi cumpleaños, la verdad es que no me lo esperaba para nada, y acertó de lleno.
El regalo fue este CITIZEN CTZ-P6911, en si es parecido en medidas a los conocidos Rolex Submariner, GTM, etc, es un reloj de medidas normales no muy grande lo cual me gusta y mucho, lo que mas me gusta es que es muy cómodo de llevar, ya que su forma el los extremos de la caja donde va la corona roscada para ajustar la hora y fecha, así como la otra cara que queda en la parte del brazo propicia un giro amplio, libre y natural de la muñeca hacia arriba, y te permite llevar el reloj bien prieto a la muñeca sin que al hacer ese gesto se te clave en el brazo y parte superior de la mano produciendo las típicas rojeces y molestias, tanto la esfera como el bisel giratorio son de color azul marino, bueno esta ultima es azul marino y el rojo que va desde el minuto 20 al 0, para ver mejor el tiempo restante de inmersión, la correa es de 20mm, gruesa como es seña de la marca y difícil de domar, (es una de las cosas que mas me gustan), es automático, WR 200m, y el día de la semana tiene dos idiomas Ingles y Japonés (creo).
A todo esto, la caja en la que descansan placidamente mis modestos relojes, empieza a estar un pelin apretadita, pero nada empujecito por aquí por allí y al final entro dentro.
Y nada mas espero disfrutarlo por mucho, mucho, mucho, tiempo.