Hombre, si lo dice el mago Félix… Ahí me callo, José.
En cualquier caso yo no digo que no irá. Me limito a expresar mi deseo de que no sea así, que es diferente.
Y es que yo creo que la F1 hace tiempo que es una cuestión de marcas más que de pilotos (igual por eso ocurre lo de Senna) y que TODOS son tan buenos que deciden otras cosas…
Yo fuí un forofo de Alboreto, de Andretti, de Arnoux o Alesi (no digo del “otro francés”, que no me gusta mentir) porque eran pilotos de Ferrari.
Y jamás tuve en cuenta su procedencia, sí su carácter afín, en mi parecer, a la marca.
He “sufrido” las victorias de Schumacher con la extraña sensación de que nada de lo que ocurriese me iba a satisfacer (por un lado que ganase suponía el título para la marca; pero también para él) y no me gustaría que ocurriese lo mismo con Alonso (como creo que pasaría).
Ni mucho menos pienso que Alonso se haya convertido en ningún mito. Jamás podré entender que comentaristas digan “lástima que no se encuentre a Nakajima, que con el peligro que tiene…”
Ni siquiera me creo que la gente de su pueblo no quiera a Hamilton. Más bien es que creerán que no es su problema, que bastante le pagan como para que ellos pierdan su ocio en ver si logra ganar el campeonato para cobrar el año siguiente más aún.
Por ello digo que quiero que gane un coche rojo, como ha ganado. Que no me gusta McLaren porque soy un tifossi irremediable.
Que Senna y Mansell copan mis más bellos recuerdos de lo que, tiempo ha, era un extraordinario deporte. Y que Alonso es un gran piloto, pero no me gustaría verlo tan a menudo por Maranello.
La decisión no es nuestra, compañero, ni siquiera del mago Félix por extraño que parezca. Y estoy seguro de que en ella pesarán sentimientos y corazones tanto como nada.
Es sólo pasta, José, y no de la italiana…
Un abrazo.