En la tienda de la FIO se agotaron los ejemplares del libro “El Seis Doble”, que J.M. Bravo dedicó amablemente a todo el que se lo solicitaba.
Luego, en el Taller de Pedro, volvieron a agotarse las fotografías que también dedicó personalmente a los asistentes
Sobre la presentación del “díptero” ya está casi todo dicho, pero hay una cosa de la que no se ha hablado y que me gustaría señalar y que fue el absoluto respeto mostrado por parte de todos los asistentes. No hay que olvidar que tanto el avión en sí como el Coronel Bravo representaban a una de las dos partes de la contienda y en el acto había gente con posiciones ideológicas distintas que mantuvieron una educación exquisita en todo momento.
Creo que es de justicia reconocerlo.
Saludos.
El primero fué el Sr. Bravo, y creo que va siendo hora de que todos miremos el mismo horizonte.No es bueno vivir de recuerdos, hay que disfrutar el presente y entre todos intentar que el futuro de los nuestros sea el mejor para ellos.