Después de la pertinente presentación, me siento “obligado” a presentar mi pequeña y modesta colección, a la que pronto (espero) se unirá un nuevo inquilino.
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El Seiko 7005 perteneció a mi padre hasta que lo encontramos hace unos meses en un cajón en perfecto estado de marcha, se convirtió en el “de los domingos”. El Monster es mi primer reloj “importante” que compré con mi primer sueldo, una auténtica bestia (Aunque se encuentre algo rayado debido a un pequeño accidente…:ouch: ) Y el Viceroy de bolsillo, a pesar de no ser nada especial, tiene un trasfondo sentimental que lo hace precioso a mis ojos, invendible por supuesto.
Como veis, todos tienen lazos que escapan de lo puramente material 
Seguro que algunos echais de menos un Citizen 8110, pero apenas me lo ponía por su escaso tamaño y excesiva altura…
Un saludo!
Según lo que cuentas, todos los relojes tienen historia detrás, y esos para mí son los mejores relojes y los que nunca vendería, puesto que representan algo que va más allá.