Casio es conocida principalmente por dos tipos de producto: los G-Shock y los que en el imaginario popular se asocian a “relojes de plástico”, o, simplemente, “relojes económicos”, aunque no sean de plástico.
Sin embargo, Casio tiene muchos productos en el mercado, y algunas gamas muy interesantes y con prestaciones excepcionales que casi nunca se tratan en el foro.
En cierto modo, el hecho de que Casio sólo fabrique relojes de cuarzo es como una especie de estigma que hace que sea percibida como una marca de “estatus inferior” respecto a otros fabricantes que fabrican calibres automáticos cuando se trata de relojes “no digitales”.
Nadie -o casi nadie- habla en el foro de los Edifice, a pesar de que se trata de excelentes relojes.
Esta gama cubre un amplio espectro en relojes analógicos -con alguna excepción digital- con caja de acero, desde analógicos “sólo hora”, cronógrafos (habitualmente con calibres Miyota) hasta productos con calibres propios de un nivel tecnológico muy alto, me atrevería a decir que sin parangón, o casi.
En su momento, fueron los Edifices los que me aficionaron a la relojería, y de ellos quería tratar. No voy a hacer ninguna exposición al nivel de las que se estilan por aquí, principalmente por falta de conocimientos. Pero os voy a contar mi particular evolución “Edificeril” y el cómo y el porqué de ella.
El primer Edifice que se cruzó en mi camino fue un EF-527 con su calibre Miyota OS. No soy capaz de describir con palabras el impacto que supuso ver uno por primera vez. Tal vez hay que mirar todo eso con el tamiz que representa el hecho de que, en ese momento, yo no sabía nada de relojes, y me llamaban relativamente poco la atención. Pero para mí, ese dial potente, ese bisel interno con “slide rule”, esa doble corona, esos tres subdiales con relieve concéntrico, esas agujas rojas, esa caja contundente, ese brazalete…todo eso -añadido al hecho de que, por precio, se convertía en un capricho que me podía permitir sin pensármelo demasiado- constituía un conjunto tan hipnótico que no pasó más de una semana desde que lo “descubrí” hasta que lo compré. Primero me “colaron” un fake en eBay (sí, señores, los Edifice de relativa baja gama también se replican), el cual conseguí detectar -no sin dificultades-, y conseguir la devolución del dinero, (una historia que merece post aparte), para acto seguido comprar uno genuino en Baroli.
Ese EF-527 hizo que me aficionase al tema. Ya sabeis a qué me refiero. Mirar el reloj y no ver qué hora era, cruzar la acera para mirar escaparates, desviar disimuladamente la mirada para intentar ver si lo que mi interlocutor llevaba en la muñeca era un Rolex o un Bagel, esa clase de cosas. Qué os voy a contar, ¿verdad?
Poco tiempo más tarde, hojeando una revista de alguna compañía aérea durante algún viaje, encontré un anuncio de un ECW-M300EDB. ¡Dios! ¿¿¿un reloj analógico que se pone en hora solo??? ¡Lástima que no tenga segundera…! ¿Habrá algún otro modelo en la gama?
Y ya os podeis imaginar lo primero que hice al llegar a casa: buscar otros modelos de la gama para ver si había alguno con segundera…y encontré unos cuantos, el más “prestacional” de los cuales el EQW-M1000DB, que por tener tenía hasta cuenta atrás, entre otras muchas cosas.
http://i1113.photobucket.com/albums/k509/Brakepadd/IMG_20150117_114551_zps4ce53ba4.jpg
Y una vez localizado el “target”, revolví todo internet hasta que lo encontré a un precio, digamos, “adecuado”.
De este reloj recuerdo abrir la caja y ver cómo todas las agujas giraban como locas buscando su posición al ver la luz del sol. Una de sus características, la “Power Save”, hace que el reloj se ponga a “hibernar” a determinadas horas si la luz ambiental es muy baja, para volver a “despertar” tan pronto ve la luz. Además, su lista de funciones es interminable y más propia de relojes multifunción digitales que de un reloj analógico: solar, radiocontrolado multibanda 6, alarma, crono, cuenta atrás, hora dual (simultánea), subdial 24h, cambio rápido entre hora principal y hora dual y probablemente alguna más. Fue el primer 5 motores de Casio y en mi opinión uno de los más bonitos, si no el que más. Su dial inspirado en un motor con cilindros en V con efecto 3D es muy llamativo. Sigo quedándome embobado cuando lo miro.
Creí haber cerrado el círculo unos pocos meses más tarde con el EQW-M710DB (consecuencia de una CRI inaplacable). Es similar en prestaciones al 1000 (pierde la cuenta atrás), aunque por tamaño es algo más contundente.
Pero apareció en el FCV otro EQW-M710DB, esta vez con correa de caucho y detalles en amarillo, a un precio irresistible, y -lógicamente- no supe resistirme:
Aunque para el verano lo he vestido un poco más fresquito y ahora luce estupendo:
A día de hoy los uso los EQW de vez en cuando, ya que estoy en una fase de automáticos, pero estos relojes no tienen competencia cuando se trata de ponerse un reloj válido para cualquier ocasión, elegante a la par que deportivo, y sin preocuparse de ponerlo en fecha ni en hora y sabiendo que nunca han tenido un desfase mayor de 5s respecto a la hora de referencia.