A raíz del hilo de un compañero, que preguntaba donde guardamos nuestras correas, me he dado cuenta que creo que nunca he enseñado en el foro, con detalle, los estuches enrollables que uso yo. Porque nunca les había hecho fotos con detalle.
Así pues, he decidido hacer un hilo independiente, para no colapsar el del compañero.
Originariamente, buscaba un estuche para llevar muchos relojes (pensando en KDDS y situaciones así, pues estuches de viaje para tres o cinco relojes, ya tengo) .
A mi mujer le gusta coser. Y aunque no está nada de acuerdo con esta afición (dice que tengo demasiados relojes
), accedió a hacerme un estuche, plegable y enrrollable.
Elegimos (con mal criterio, y ya veréis ahora porqué), una polipiel para recubrimiento exterior. Y un terciopelo para la parte interna.
Tomé medidas, he hice un dibujo de un estuche que se podía doblar (y asegurar con corchetes). Este primer estuche tiene 6 bolsillos en cada lado. Uno de ellos, muy ancho (equivalente a dos bolsillos individuales). En total, 12 bolsillos (11, en este caso, porque había uno doble, más ancho).
Ella lo pasó a la práctica, y con unas tijeras y la máquina de coser, me hizo este estuche.

Como podéis ver, en cada estuche cabría un reloj (que era su destino, al principio), o varias correas. Para las correas, van fenomenal. Meto hasta cuatro correas en cada bolsillo (según abulten), y las voy guardando en orden ascendete de tamaño (las correas sobresalen, y se ven, para hacer las fotos; cuando están guardadas, quedan completamente dentro de los bolsillos, en su mayoría).


A la hora de cerrarlo, se dobla en dos.

Para que, al enrollarlo, las esquinas no se escapen, le pusimos un corchete (que os enseño con detalle en el segundo estuche).
Cuando se ha cerrado, se puede enrollar (cuanto más lleno esté, más abulta).

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El problema, con este primer estuche fue que (como siempre pasa con este material), la polipiel se degradó (bastante rápidamente); y empezó a soltar trocitos por todos sítios. ![]()
Decidido a acabar con el problema, me pasé un buen rato cepillando la parte exterior
, hasta que prácticamente eliminé toda la polipiel, dejando a la vista el tejido negro que la sujetaba. No está tan presentable como cuando lo estrené, pero sigue siendo funcional.
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Cuando ya ví que el destino de los estuches iba a ser más como guardacorreas que como guardarelojes, me ví en la necesidad de otro. El hecho de comprar ya muy pocos relojes, hace que desvíe mis ansias hacia el tema de las correas
, y tengo muchas. Además, me gusta cambiar de correa a la mayoría de mis relojes (aunque hay algunos que tienen una en exclusiva para ellos, que casi nunca les quito).
Bueno, que necesitaba otro estuche. ![]()
En esta ocasión, y como ya iba destinado a guardar correas, pusimos más bolsillos (un poco más estrechos). 8 por lado. En total, 16.
El tejido fue diferente. En vez de ser dos independientes (como la primera, que tuvo que coser las dos telas), este segundo estuche se hizo con una tela que, por un lado era como de terciopelo, y por el otro imitaba a una piel escamada. Pero sin serlo, por lo que no se ha degradado.




Esta vez, pusimos un corchete en cada esquina.

Los dos llevaban un cordon para mantenerlos cerrados. Que ahora no uso, porque los guardo en un cajón, y no hace falta sujetarlos, ya que el cajón ayuda a mantenerlos enrollados.

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Aquí tenéis a los dos, juntos.
El negro lo uso para las correas de 22 y 24 mm. El marrón es para las correas de 18 a 21 mm.

Abiertos, miden 40x36cm. Esos 36 cm se reducen a la mitad, doblado. Y enrollado, depende mucho de como esté de cargado. De ancho, hace esos 18 cm.
Espero que os hayan gustado. Yo, los encuentro muy prácticos.