En la entrada de hoy en la web comentamos lo último de Hanhart.
El viernes pasado, la marca de la Selva Negra anunció dos nuevas variantes “reverse panda” de su Pioneer MKI y MKII, respectivamente.
Ambos relojes son clásicos del subgénero de los cronógrafos de piloto y reeditan modelos de la marca de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo sus distintivos pulsadores.
Esta popular variante de esfera con elementos en blanco y negro proporciona no sólo un buen contraste, algo esencial para los relojes de este género, sino también un aspecto muy distintivo.
En todos los demás sentidos, estas nuevas versiones retienen las características de los modelos ordinarios: gran legibilidad de día y de noche, una gran corona, el bisel bidireccional acanalado típico de Hanhart con un marcador de posición rojo y una resistencia al agua de 100 m (según el estándar DIN 8310).
¿Qué decir? ¿Mejor que las versiones negras? Definitivamente son atractivos, pero menos fieles a los originales, creo. Ahora que quizás atraigan a un público menos centrado en el histórico Calibre 40…
Una pregunta de un lego total en relojes: el estriado (o como se llame) de la corona de los relojes de piloto tenía algún uso funcional o era/es solo estético?
Gracias, y bonito reloj!
Pues como poseedor de un MKI y babeante admirador de la marca, te cuento: los biseles estriados, estética aparte, cumplían con la función de facilitar el agarre del mismo para su rotación. Verás que existe una marca roja en el mismo, que se situaba en el minutero correspondiente al inicio de la medición parcial que se quisiera hacer. Algo equivalente a la perla luminosa en los diver, pero enfocado a la aeronáutica.
Torsten Nagengast, responsable de la micromarca alemana TNT, hizo un homenaje con calibre Seiko NE88 de aquellos Hanhart de la SGM y de los Kirova herederos bajo pedido de watch.ru . La gracia es que le añadió un pulsador inferior descentrado, tal y como llevaban los relojes de ambas firmas en aquellos tiempos.
Pues… sería un detalle bien bueno que podría adoptar la Hanhart actual, y que creo que muchos de sus clientes, esos que no van al homenaje del reloj de Steve McQueen, se lo apreciarían.
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Una maravilla, claro.
Más bonito que la versión negra (más llamativo, al menos), pero lo de la legibilidad, tararí. En determinadas posiciones de las agujas todo blancas sobre las subesferas blancas, la hora se ve de forma confusa, o no se ve, directamente. Al menos, al primer vistazo, fundamental cuando pilotas un avión…
De Torsten Nagengast tengo el reloj réplica del salpicadero del Polikarpov I-16 que hizo el foro ruso, del que os hablé en el episodio de Nicol’s TV (conmemorativo del 80 aniversario del avión, 1933-2013) y os puedo decir que la calidad de construcción era muy buena, pero también que de un tiempo a esta parte he leído críticas acerca de la formalidad de la marca atendiendo a los clientes.
A mí lo que me privaría es hacerme con uno de los 1000 ejemplares réplica del Calibre 40 que hizo la propia Hanhart a finales de los noventa, y que deben estar escondidos bajo siete llaves en los cajones de los coleccionistas alemanes que anduvieros espabilados entonces… ñec, ñec, ñec
