A raíz del hilo de presentación del bonito Kemmner Marine, me gustaría enseñaros el Stowa Marine Chrono, que no solo de relojes de bolsillo vive el hombre 
Como podéis observar este reloj bebe de la estética de los tradicionales relojes de cubierta (no confundir con los cronómetros marinos).
Los relojes de observador o en este caso de cubierta, eran relojes de bolsillo que iban sincronizados con el reloj de bitácora del barco. Formaban parte de la dotación logística los oficiales y eran indispensables en su apoyo para la navegación o para medir otros lapsos de tiempo en maniobras de guerra. Estos relojes debían cumplir con unas características esenciales: una gran legibilidad, una precisión, que no exactitud (esencial ya que eran “esclavos” del reloj de bitácora) y una reserva de marcha elevada. la Luftwaffe encargó la construcción a 5 empresas para desarrollar estos relojes (uno de ellas era Stowa) pero también hizo lo propio la Kriegsmarine (la marina de guerra alemana) y Stowa también fue una de las elegidas.
Como podéis ver el dial de mi reloj (realizado en plata) cumple a la perfección la premisa de la legibilidad, aunque tenga la complicación de cronógrafo.
La disposición de las subesferas del crono, así como el conjunto de numerales e indices emulan (a mi parecer) a un observador de bolsillo de Lange y a un Hanhart crono (monopulsante) realizado para la Kriegsmarine.
Con este acertado diseño, Stowa se alzó en 2013 con el segundo premio de la “Goldene Uhrener”.
Como he apuntado antes, Su esfera no es blanca sino de plata, siguiendo el mismo procedimiento de fabricación de los IWC. Las agujas son azuladas al fuego (no coloreadas con químicos) y son realmente espectaculares. Su caja con asas largas (fabricada por la prestigiosa Fliker) esta pulida completamente a espejo. Con un tamaño de 41mm, no se hace para nada pequeño en la muñeca; es más, diría que es un reloj casi contundente.
El calibre que lleva el Stowa es el fiable y preciso Valjoux 7753, en grado Top. Decorado con los tornillos azulados y el logo de la compañía grabado en oro. Su trasera es de zafiro y nos permite ver el acabado del calibre. En este caso, Stowa ha prescindido de la fecha y de una subesfera, a mi parecer con acierto, creando una gran armonía en su conjunto (a veces menos es más).
Que más decir del reloj… bueno es un reloj que ya tiene sus años, pero va increíblemente bien de marcha (puedo estar meses sin llevarlo y siempre va igual a +5s). No he tenido en mis manos el modelo actual de la marca, pero si otros actuales y aunque la calidad siga siendo muy alta, creo que Stowa ha bajado un poco el listón y ha encarecido sus precios (pero eso es solo una opinión subjetiva). Es un reloj que me encanta llevar… como lo diría… en su ambiente!
