Raketa es una de las firmas por las que siento devoción. Mientras otras manufacturas suizas tiran de proveedores externos (generalmente Swatch) para, antichoques, muelles y espirales, es una de las muy pocas compañías en el mundo, posiblemente no lleguen a la docena, que presumen de ser completamente manufactura al sentido clásico. Ésto es, que se lo hacen todo, incluyendo éstos elementos; y que además, todo lo hacen en un mismo edificio. No sólo eso, para mí tiene el encanto adicional de que el piecerío se sigue haciendo a la vieja usanza, principalmente a mano, y no con máquinas CNC.
Hará hace algo más de un año presenté mi Zero Abtomat, y dediqué un completo hilo detallando el reloj y la historia de la marca.
Constructivismo, un padre de la Bauhaus. Presentación nuevo Raketa Classic Big Zero Abtomat
Éste año celebran su 300 aniversario desde que fuera fundada como fábrica de joyas y taller de piedras duras para la corte en 1721 por un edicto del zar Pedro el Grande… y es la primera firma de relojes que puede hacerlo. La firma suiza más antigua, Blancpain, todavía tendrá que esperar unos añitos hasta el 2035 para celebrar su tercer centenario.
Inicialmente, además de joyas, también hacían relojes ornamentales.
Pero hay otro año que figura en las tapas traseras de los Raketa, que sería 1961. Aunque llevaban años haciendo los populares Pobeda, reloj que reivindican desde la firma que fué el primero en el espacio al llevarlo el perro “Chernuzka” en el cohete Sputnik 4; en ese año Gagarin hace su viaje espacial y rebautizan la marca en su honor como “cohete”, que es lo que significa Raketa en ruso.
Y Raketa… aprovecha esa herencia espacial para celebrar su centenario a lo grande.
El modelo conmemorativo es el SPACE LAUNCHER.
El nombre viene de un vehículo lanzadera Soyuz 2.1a, usado para llegar a la Estación Internacional Espacial ISS el 14 de octubre de 2020, y del que el reloj tomaría el material de su bisel.
En él vemos grabado el nombre de la Soyuz y la misión.
Para completar el sabor espacial, la correa está hecha a partir de un traje de cosmonauta de tipo “Sokol”.
El reloj se ofrecerá en dos versiones con esfera blanca y en aventurina, un cristal que semeja un cielo estrellado, a 300 piezas limitadas para cada color.
Como veis, el reloj sería un 24 horas, y el segundero está integrado en un mapamundi giratorio. El motivo del uso del calibre 24h, al igual que en submarinos, bases antárticas, etc. es porque en la ISS no hay “noche y día”.
El mecanismo está, como es habitual en la firma, bellamente decorado, con constelaciones en los puentes y un rotor con un brillante recubrimiento azul. La tapa, igualmente, tendría la icónica tipografía constructivista que llevan los Raketa actuales.
Ésta sería la presentación. Un estuche con una sobrecaja con el logo de la agencia espacial rusa ROSKOSMOS, la cual también aporta un certificado indicando la procedencia del bisel y la correa, una segunda correa en piel, un parche de la misión, y un libreto del reloj.
Dos cosmonautas rusos, Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov, que viajaban en la misión arriba citada, codiseñan y apadrinan el reloj.