Muy buenas señores,
Antes de nada, decir, que si te gusta la história bélica te invito amigo forero y entusiasta de los relojes a que leas este trabajo que os he preparado, pero si además has pillado el precioso RSWC GAMMA GIBRALTAR, te lo recomiendo encarecidamente.
Bueno pues tras dos meses de retraso y una interminable espera a que procedieran nuestros “eficaces señores de aduanas españolas”, tengo el gusto de presentar este bronzo que esconde algunas gratas sorpresas.
La pieza que os muestro ha venido por múltiples razones, una porque de nuevo una vez más hacía años que buscaba una esfera California, je,je, segundo porque me gustan los bronzos, tercero porque tras el lanzamiento del “Gibraltar” me pareció la “inspiración” (y excusa) PERFECTA para aunarlo todo y dar el paso, y cuarto porque como sabéis y ya alguno ha leído alguna historia, me apasiona la militaria o sea el equipamiento personal y las vidas de esas personas en su día a día “a pié de cañón”.
La verdad que no me apunté al proyecto RSWC GAMMA GIBRALTAR porque como algunos saben al final no uso los mecánicos, si bien el proyecto me ha resultado enormemente fascinante, evocador e inspirador dado que UNA VEZ MÁS, aúna perfectamente dos de mis tres “pasiones” la Horología y la Militaria, la tercera son las motos como sabéis, que también de eso algo tienen los torpedos tripulados je,je.
Así que de “esa guisa” me puse a buscar y tras mucho indagar conseguí esta pieza en el “gran bazar” de Ali je,je, que además “guarda” algún detalle que me parece genial y me evoca igualmente o inspira como digo, el mundo de la militaria y del mar, en este caso las hazañas marítimas de los equipos de la Décima Flotiglia MAS, sobre los cuales tenía algo de militaria, bibliografía y algún detalle que os muestro en las fotos de los cuales “he tirado” como atrezzo y que al final os detallo.
Espero os guste el trabajo que en profundidad y con ilusión os he preparado.
Os voy a describir la fascinante máquina, simple sólo en apariencia, con la que nos encontramos y que se relaciona directamente tanto con el PRECIOSO proyecto del foro como con la pieza que os presento, y que eran como sabéis los torpedos S.L.C. así que sumerjámonos en nuestra misión pues. Es larga y para mí por lo menos, apasionante.
LOS TORPEDOS:
Sólo antes, un obligado y breve apunte histórico, si me permiten acerca de su inventor y a modo de pequeñísimo homenaje:
El invento de los torpedos tripulados italianos se lo debemos al insigne oficial naval italiano Teseo Tesei (3/01/1909 - 26/07/1941) quien desde sus comienzos e ingreso en la Academia Naval se caracterizó por su perspicacia e inventiva. Se graduó como Teniente en la Escuela de Ingeniería Naval de Nápoles en 1933.
Desempeñó varios puestos tanto en barcos de superficie como en submarinos, incluso acudió como voluntario en la Guerra Civil Española con el grado de capitán.
En 1929, Tesei tuvo la idea del torpedo tripulado, a partir del dispositivo italiano utilizado para hundir el acorazado austriaco SMS Viribus Unitis durante la Primera Guerra Mundial. Junto con Elios Toschi, diseñó el torpedo tripulado llamado Siluro a lenta corsa (SLC), (Torpedo de Curso Lento, en italiano) que fue ampliamente utilizado en la Segunda Guerra Mundial por la Marina italiana y se utilizó en el hundimiento de dos acorazados británicos en Alejandría.
Se trataba de un torpedo modificado para permitir que dos operadores equipados con respiradores lo guiaran bajo el agua. En 1936, junto a Angelo Belloni, diseñó el aparato de respiración autónomo de circuito cerrado de alto rendimiento que igualmente utilizaron los propios buzos italianos durante sus operaciones durante la Segunda Guerra Mundial, y que influyó en gran medida en el posterior diseño de los rebreathers. En 1938 fue uno de los oficiales que organizaron la unidad de asaltantes submarinos Decima Flottiglia MAS de la Armada italiana.
Como curiosidad, decir que el acrónimo MAS significaba Motobarca Armada SVAN, acrónimo que a su vez significaba Sociedad Veneciana de Automóviles Náuticos dado que fueron las lanchas que surcaban los canales venecianos las que sirvieron de “inspiración” para el desarrollo de unas lanchas torpederas de guerra en la WW1. Posteriormente se evolucionó el nombre a Motobarca Armada Silurante, siendo éstas de unos 16 metros de eslora por casi 3 de manga y 1,2 de calado con motores de 500 CV y dos hélices que cargadas de minas, explosivos o torpedos o bien eran lanzadas contra los buques enemigos o bien les lanzaban los torpedos desde los puertos a muy poca distancia.
El 21 de agosto de 1940 Tesei fue el único superviviente cuando se hundió el submarino italiano Iride. Tesei murió en acción durante un ataque con torpedos tripulados en Malta, por lo que recibió póstumamente la Medalla de oro italiana al valor militar, similar a la que se muestra en alguna foto que os muestro.
El actual grupo de comandos de hombres rana italiano lleva su nombre:
Comando Raggruppamento Subacquei ed Incursori Teseo Tesei (COMSUBIN).
Pero veamos un poco más en profundidad el funcionamiento y equipamiento de los Siluros a Lenta Corsa
Los S.L.C. se componían de una cabeza de entre 230 y 250 kgs de un compuesto altamente explosivo submarino llamado Tritolital, que contenía TNT, (Trinitrotolueno), muy usado en la SGM, que junto a la cabeza contenedora hacían un peso de unos 300 kgs sólo para la parte explosiva. Dicha cabeza del torpedo se unía al resto del conjunto mediante un largo tornillo que la recorría longitudinalmente ubicado en la proa, que algunos confunden con una espoleta, pero en realidad servía para fijarla y a la vez que para soltarla facilmente desenroscando la tuerca en forma de llave de mariposa para soltar la carga y poder fijarla a la quilla del barco mediante mordazas, poleas y cuerdas.
Por dicha razón veréis en fotos unos torpedos muy cortos, ya sin carga explosiva, otros medianos que portan una cabeza explosiva “corta” de menos potencia, y otros muy largos porque equipan una cabeza detonadora grande, que es la que se usó por ejemplo en la operación de Alejandría.
En dicha cabeza, a babor, se encontraban una o dos espoletas de tiempo, según fuese el tamaño del conjunto escogido para la misión (corto o largo) en relación al tamaño del objetivo y la cantidad de carga explosiva a transportar. La empresa que las fabricaba era Borletti de Milán.
Habría que imaginar la tensión para la huída tras la colocación del artefacto, añadida a la ya existente.
Dicha cabeza de guerra como decimos tenía dos tamaños, la de mayores proporciones disponía de dos arneses de sujeción para mosquetones y poder suspender la proa con cables de acero para su manipulación en superficie y cabos estando sumergida, mientras el conjunto pequeño, más corto, sólo disponía de una.
Una vez separada la cabeza de guerra, la siguiente sección del maiale o sea “cerdo” en italiano también disponía de una proa redondeada para la vuelta de los tripulantes al punto de encuentro. Cuando no se veían obligados a tener que abandonar “la nave” por mil y una razones, entre otras, agotamiento o fallo de los autorrespiradores, fallos o malfuncionamiento del motor, de las válvulas, ser descubiertos, o quedar enganchados en redes antisubmarino, muy habituales en los puertos en los que operaron. Y con la tecnología de la época.
Dichas “redes” o barreras flotantes, que se extendían desde la superficie hasta el fondo, solían abarcar toda la bocana del puerto, y quiero hacer especial mención al grosor del cable de ACERO tendido sobre el agua que hacía de sostén de la red, y era de 10 centímetros, DIEZ !!! que debían cortar con cizallas hidráulicas. El resto de cables de acero que componían la malla “sólo” tenían un grosor de 4 cms pero que precísamente eran los más problemáticos de cortar dado que la ciczalla hidráulica los doblaba por lo que había que cortarlos a mano con sierras y limas … en aguas gélidas…
Pero prosigamos, el interior del torpedo estaba compuesto por un tanque de lastre, sobre el cual se encontraba la carlinga de mando y control que era protegida por un escudo reforzado de metal preferentemente, a modo de rompeolas con nervaduras horizontales que la recorrían así como orificios superiores para la salida de burbujas de aire.
Tras dicha protección el piloto con traje autorespirador y eliminador de gases de exhalación, (para evitar ser detectado por el enemigo por las burbujas de CO2 exhaladas), similares a los super modernos rebreathers y equipado con gruesas gafas, no lo tenía nada fácil, dado que debía operar la nave atendiendo a los siguientes controles, palancas y válvulas:
Profundímetro de hasta 30 metros, brújula, voltímetro para el control de las baterías, dos amperímetros, uno para el control del consumo de las baterías y otro para supervisar el consumo de las bombas de achique de los tanques de lastre. Además debía atender un nivel de burbuja para monitorizar el cabeceo de la nave.
Todos los manómetros e indicadores estaban recubiertos de RADIOMIR, un compuesto radiactivo creado por la empresa Panerai que suplía tanto de los instrumentos de la nave como los personales usados por los buzos, o sea compases (brújulas), profundímetros y relojes sumergibles, como después veremos.
Una de las claves del éxito de estos buques fue precisamente el que los buzos pudieran leer los instrumentos sumergidos por “arte” del citado compuesto Radiomir en la más absoluta oscuridad.
El piloto comandaba también una pequeña rueda de bronce, justo detrás del tablero de instrumentos y cerca de la entrepierna, para el control de la potencia de la hélice y por tanto la velocidad, que unida a un reostato permitía aumentar el flujo eléctrico de las baterías hacia el motor girandola en sentido horario, y con 4 “clicks” se incrementaba progresivamente la velocidad de 0 hasta los 2,5 nudos. En las últimas unidades de los maiali se disponía de marcha atrás y una velocidad de hasta 3 nudos.
La segunda rueda también de bronce y de mayor tamaño, que operaba el piloto, estaba ubicada más adelante “a modo de rueda de timón” y más elevada, la cual accionaba dos cables de acero a través de los cuales se dirigía el buque hacia babor o estribor. Dicha rueda estaba montada sobre un eje basculante trapezoidal, que al subirlo o bajarlo accionaba los cables para los timones de profundidad.
Algo parecido a los aviones, es decir, que girándola a babor o estribor, la nave maniobraba en lates direcciones pero que al subir y bajar el conjunto operaba los planos de profundidad ajustando el cabeceo vertical y por tanto actuando sobre la inmersión.
A ambos lados de la anteriormente mencionada rueda para el control de la velocidad se ubicaban dos palancas que actuaban sobre las bombas de vaciado / trasvase de los tanques de lastre tanto proel como popel que además junto a otra válvula actuaba sobre el balanceo del torpedo. Como podemos apreciar comandar uno de estos “artilugios” debía ser toda una proeza, por eso entre otras razones por su dificultad para “controlarlos” el mismísimo Teseo Tesei tras un entrenamiento debido a la “testarudez del torpedo” enojado se refirió a él como “maiale” (cerdo) “maiali” (cerdos), apelativo o mote que inmediatemente se “conformó” como nombre “oficioso” y posteriormente más extendido para los S.L.C.
Y puestos a poner “motes” a estos hombres por su dedicación a “la empresa” y fervor patriótico y seguimiento incondicional a su jefe, (Teseo Tesei), se los conocía como los apóstoles.
De asiento servía una plancha de madera, que pronto se cambió a una de acero perforado y a ambos lados unos estribos para el apoyo y sujeción de los pies.
En el espacio central del torpedo se encontraba un compartimento estanco con baterías de 30 elementos que otorgaban unos 60 voltios a 150 amperios, si bien posteriormente se elevó a 180. Dicha capacidad ofrecía una autonomía de unas 15 millas náuticas a unos 2,3 nudos a baja velocidad, si bien podía alcanzar hasta 2,5 en navegación tanto en superficie como submarina.
Sobre dicho cuerpo central se encontraba sobresaliente, (segunda “joroba” tras el escudo o carena) un tanque de aire exterior en forma de caja con aire a alta presión a nada menos que 200 atmósferas, elemento que además de servir como “cierto parapeto” para el segundo tripulante, facilitaba drásticos cambios de profundidad gracias a dos válvulas de aire.
Dicho sistema “de emergencia” permitía inmersiones o emersiones a gran rapidez. Dicho “parapeto” además albergaba un gran asidero para las dos manos del segundo tripulante, donde se “acomodaba” también como el primero a horcajadas sujeto a un segundo par de estribos.
La tercera sección o cola del torpedo iba en disminución hacia la popa y albergaba el motor eléctrico de 1,6 cv de potencia, el tanque popel de lastre de 43 litros, con su bomba operadora para al final encontrar las dos hélices contrarotantes para anular los desvíos giroscópicos que al poco, se sustituyó por una única hélice y al final los timones de dirección y profundidad. Las dos hélices generaron infinidad de problemas por lo que al final fueron sustituidas por una única de mayor tamaño como decimos, de 38,5 cms de diámetro y mayor superficie de palas debido a la baja velocidad a la que operaban los maiali.
La hélice se encerró posteriormente en una jaula metálica para evitar enchanches con cabos y redes, lo cual evitaba problemas y situaciones de peligro añadidas a las ya de por sí extremas a las que estaban sometidos los buzos. Solamente pensar que te sientas a horcajas sobre un torpedo con 230 kgs de TNT, ya asusta.
Tras el segundo operador se encontraba una caja de madera o jaula con accesorios y herramientas como cizallas, cabos, y poleas tanto manuales como accionadas por aire comprimido, un autorespirador de recambio de menor autonomía para los buzos, y un tubo estanco con víveres para en caso de emergencia disponer de ciertas opciones de supervivencia.
En este sentido de la supervivencia en dicho “cofre” se guardaba además el “ascensor” que no era más que un taco de madera atado a un cabo el cual permitía a los buzos ascender desde el torpedo a la superficie y descender por dicho cabo sin perderse en la oscuridad. Simple pero ingenioso a la vez.
Como vemos, la peligrosidad de las situaciones a las que se exponían y la dificultad de manejo estaban fuera de toda órbita. Pues bien, una vez, descrita el “arma de guerra” para hacernos una mejor idea de dicha peligrosidad pasamos a transcribir el protocolo de procedimiento de actuación de los comandos de los S.LC. con sus buzos “apóstoles” en misión según se redactó en la época y se llevaba a efecto: (He añadido algunas notas aclaratorias entre paréntesis para la mejor comprensión del texto).
En la Fase de Aproximación y lanzamiento, con los torpedos amarrados en cubierta, el submarino, (el que porta los maiali hasta el objetivo, no os confundáis), se acercará lo más posible a la entrada del puerto o refugio enemigo. Alcanzado el lugar previsto las tripulaciones de los S.L.C. abandonarán la nave y después de desamarrar los aparatos, (amarrados y afianzados a la cubierta del submarino), los probarán para verificar que no hayan sufrido daños durante el viaje. A partir de ese punto proseguirán agrupados a velocidad elevada siguiendo la dirección indicada por sus brújulas luminosas y con sus cabezas sobre el agua para ahorrar el valioso oxígeno contenido en los autorespiradores. (O sea, imaginad navegar a unos 6 kms/h aproximadamente con sólo la cabeza a ras de la superficie con mar picada, rociones, en aguas gélidas, frio, húmedos, y sentados encima de una cabeza de TNT de más de 200 kgs)
A medida que el grupo de ataque se aproxima al reducto enemigo disminuirá la velocidad ante la más que seguro presencia de guardias y haces luminosos. (Un puerto enemigo solía estar vigilado por centinelas que disparaban a matar). Al llegar a las redes y barreras de bloqueo, los aparatos se sumergirán para encontrar alguna abertura. (En el puerto de Alejandría dió la casualidad que en ese momento pasaban barcos que se dirigían de vuelta a puerto, y retiraron a su paso las barreras antisubmarino, pero el resto de veces, había que encontrar en la oscuridad la barrera (red) y seguirla para ver si presentaba desperfectos por los que pasar). De no encontrarlos deberán crearlos cortando la red con cizallas, ganchos y cuerdas de dotación.
Una vez dentro del puerto los aparatos regresarán a la superficie para navegar a cota gafas (quota occhiali). (A ojo pa entendernos)
A partir de ese momento cada tripulación, navegando solo con la media cabeza fuera del agua, se dirigirá al blanco asignado, del que habrán memorizado la silueta. (En muchas ocasiones el barco había zarpado y los servicios de espionaje aún no habían enviado la información a los comandos).
A 30 metros para llegar a su objetivo se sumergirán para alcanzar una profundidad mayor que la del calado del buque a ser atacado. Cuando el aumento de la oscuridad indique a los incursores que el torpedo está debajo del buque, se detendrá y emergerá lentamente hasta que los operadores toquen la quilla.
En la Fase de colocación del explosivo y retirada, el piloto hará retroceder el maiale hasta que el segundo (entiéndase buzo), alcance la aleta de rolido de uno de los costados. (El Rolido es el movimiento del barco consistente en una oscilación transversal y los ESTABILIZADORES DE ROLIDO o QUILLAS DOBLES DE BALANCE son aletas fijas situadas en el pantoque (fondo) del barco que se extienden longitudinalmente para estabilizarlo).
Tras enganchar con una abrazadera tipo sargento, (sargenta), un cabo, (cuerda), en la aleta estabilizadora, el copiloto tocará varias veces el hombro del piloto para que avance hasta el otro costado. Una vez alcanzada la aleta de rolido opuesta, fijará el cabo con otra abrazadera. Con otra señal del segundo operador, el piloto retrocederá hasta la quilla, es decir, el centro del buque. Allí el asistente nadará hasta la proa del torpedo, enganchará la carga explosiva al cabo (recién colocado) y la separará del aparato, dejando la cabeza de guerra colgada bajo el buque. Después de regular la espoleta a dos horas los operadores, a bordo del S.L.C. desharán el camino para regresar al submarino (nodriza).
Ja,ja pero qué facil lo mostraba el protocolo !!! sin hablar de la turbidez del agua, mareas, condiciones meteorológicas, corrientes marinas, minas navales antisubmarinas, redes metálicas antisubmarinas, problemas logísticos y mecánicos, y un larguísimo etcétera.
Si bien como podemos apreciar el protocolo era “bastante preciso” las misiones confirmaron que la teoría se alejaba mucho de la realidad y necesidades de cada misión.
Mención especial al equipo y accesorios personales de los buzos, también conocidos como HOMBRES GAMMA: Respiradores, aletas, máscaras, trajes, cuchillos, brújulas, profundímetros y relojes.
Una de las herramientas de trabajo más importantes fue el desarrollo de los autorespiradores ARO (Auto Respiratore Ossigeno) desarrollados por la compañía Pirelli. El dispositivo se contenía en una especie de “mochila” que recibía el aire exhalado rico en CO2 por el buzo reciclándolo, evitando así cualquier emisión de burbujas y permitiendo una gran autonomía.
El aire exhalado pasaba a través de un filtro de cal que atrapaba el dióxido de carbono y “alimentaba” una bolsa en la que inhalaba el buceador. Esta bolsa era abastecida de oxígeno por uno o dos pequeños cilindro de oxígeno puro (botellas) pero también por el oxígeno no consumido rechazado por el buceador. Pero para complicarlo aún más por si fuera poco, el dispositivo era peligroso a más de 6 metros de profundidad, la presión hacía que el oxígeno fuese tóxico, lo cual dificultó enormemente las operaciones debido a lo limitado de su operatividad, por lo que muchos buzos sufrieron narcosis y problemas tanto por exceso de dióxido de carbono como por exceso de oxígeno.
Pirelli también suplió los trajes de goma iniciales, si bien no eran más que sobre ropa resistente se vertía caucho líquido, y de forma similar se procedía con las aletas también suministradas por dicha marca. Para las máscaras igualmente se adaptaron cristales a la goma flexible.
El agua se filtraba al cabo de pocos minutos por las muñecas, tobillos y la cintura de los trajes de goma, y para en la medida de lo posible, paliar los efectos aletargantes del frío que entumecía el cuerpo y extremidades, los buzos se enfundaban en gruesas prendas de lana que evidentemente durante poco tiempo se mantenían secas.
Las máscaras Pirelli, precisamente tampoco garantizaban la estanqueidad en toda la misión, si bien aún a pesar incluso de la incomodidad del equipo los buzos preferían sentirse con cierta protección en ojos y cuerpo ante el inclemente mar así como por los cortantes salientes de los cascos de los buques enemigos, redes, boyas, minas, etc.
Una empresa florentina elaboró para la X Flotilla MAS instrumentos de medida miniaturizados y sumergibles como brújulas y relojes:
En 1915 una fábrica de relojes e instrumentos llamada Orologería Panerai ya había suministrado miras para cañones y prismáticos a la Regia Marina. Dichas miras tenían la particularidad de ser “auto-iluminantes” gracias a un compuesto radiactivo inventado por la propia Panerai. Por ello, cuando la Flotilla de Asalto requirió instrumentos que pudieran leerse en la oscuridad, el Estado Mayor hizo el pedido a dicha empresa.
Panerai creó entonces una serie de instrumentos de pulsera enormemente avanzados y fiables. Los números y letras de las esferas tanto de las brújulas, como de los profundímetros y de los relojes estaban pintados con una mezcla de sulfuro de zinc y bromuro de radio llamada Radiomir. Se trataba de instrumentos grandes, estancos y capaces de soportar grandes presiones y dotados de correas de cuero mucho más gruesas de lo normal para poder ser colocados sobre los trajes de buceo y resistir las tracciones y golpes propios de las situaciones extremas a las que se veían sometidos.
Panerai también suplía tanto de cuchillos como de una pequeña linterna miniaturizada a los buzos de los maiali como equipamiento de dotación en sus misiones.
EL RELOJ …
En cuanto a la pieza que nos da pie al tema, nos encontramos ante un bronce CuSn8 (Cobre-Estaño 8%) que se inspira en el estilo del Panerai Radiomir Bronzo PAM00760 que se vende a unos 19.000 € que se inspira a su vez en los Radiomir usados por los intrépidos marinos de la Décima Flotiglia MAS de acero obviamente de la misma marca, pero en este caso de la marca china Hruodland Watches y que se oferta a un interesante precio de unos 175 € aproximadamente. Viene ya con su “pátina” genial, je,je.
Es una marca que ya conocéis sin duda pero la verdad que ofrece algunas piezas de inspiración clásica tanto divers como fliegers a un precio asequible.
La pieza esconde algunas “sorpresas” o detalles que la hacen muy interesante, ya veréis.
El reloj presenta una esfera tipo California degradada que me “inspira” al fondo marino azul muy oscuro degradado muy sutil y que me evoca la “soledad” y frialdad de las aguas en donde se debieron encontrar los valientes marinos y tripulantes de los torpedos humanos “Maiale”.
Hay que mencionar que es muy oscura, casi negra, por lo que EMO le da cierto toque “añadido” en cuanto a profundidad de la misma con respecto a una esfera negra. La legibilidad es perfecta. Los índices tostados le dan un toque “envejecido” acorde con la caja. Disponen de lúmen que por cierto dura toda la noche perfectamente legible.
Las agujas de espadas muy largas, sólo dos, sin trotadora, presenta la horaria una división intermedia como elemento diferenciador de la minutera.
Como sabéis la teoría más extendida acerca de las esferas o diales California se remonta a la década de 1930 apareciendo por primera vez en Rolex y Panerai. Originariamente se le denominó esfera de “alta visibilidad” o “a prueba de errores” y se extendió su uso en la Segunda Guerra Mundial para facilitar la legibilidad en condiciones de combate con poca luz. Después de la guerra, el diseño dejó de usarse hasta que posteriormente una empresa con sede en California “revivió” el estilo y de ahí el nombre de esfera “California”.
Pero uno de los detalles más chulos, que no tiene que envidiar nada de nada a ningún diver que se precie de marca reconocida es el fondo. Damos la vuelta a la pieza y “voilà !!!” encontramos esta preciosa tapa dodecagonal con este profundo y bonito grabado alegórico que además hace referencia perfectamente a la historia del buceo, del que los Hombres Ganma forman una pequeña parte. Dicho relieve que me parece increiblemente sorprendente encontrarlo en este tipo de piezas.
Las leyendas no por obvias dejan de ser lindas, muchas veces lo obvio y evidente se olvida y pasa a ser agradable y bonito, léjos de historias, me recuerda al “Legend Diver” Sinceramente casi no puedo pedir más en una tapa.
Otro de los detalles a tener en cuenta para con este bronzo se encuentra en la agradable de manipular clásica corona diamantada, no muy grande, peeero que en este caso y en prefecta consonancia con el reloj, es ¡¡¡¡ roscada !!! No obstante por si fuera poco la misma presenta una preciosa ancla distintiva de la marca.
La máquina que anima el conjunto es una simple pero efectiva Ronda 502 de cuarzo, que no me desagrada por su comodidad, si bien en caso de querer cambiarla, la caja acepta perfectamente una humilde NH-35, todo se verá…
Encontramos además un grueso cristal de zafiro, bastante expuesto, si bien tímidamente protegido por un pequeño bisel, evidentemente todo rinde tributo a la historia del modelo.
La correa que viene con el conjunto, no le hace justicia aunque el ardillón no desmerece para nada al ser de buenas proporciones y en bronce o latón. La correa ha sido cambiada por otra más acorde y con un ardillón también de bronce dedicado que representa dos calaveras en relación a las ínfimas posibilidades de supervivencia con las que contaban los tripulantes de los maiali. “Memento Mori” incluido, “i love it”
El box que presenta es el típico cofrecito de plástico en este caso de color naranja, bastante contemporáneo pero cómodo, económico, coqueto y efectivo.
MENCIÓN ESPECIAL A LAS ASAS Y SU DESMONTAJE PARA AQUÉLLOS QUE NO HAYAN DESMONTADO NUNCA ESTE TIPO DE ANCLAJE: Más sorpresas.
Las asas son del mismo estilo que las del proyecto del foro, “extraíbles” mediante un tornillo que las fija, de las que además se encuentra recambio en Ali. Hasta ahí, bien. El tema viene por varios detalles derivados de dicho sistema.
Primero: Para quitar los tornillos hay que usar un destrornillador lo suficientemente grande para que abarque el ancho de la ranura del tornillo pero ojo que si es más ancho puede desgastar al limar la rosca de la caja.
Segundo: La cabeza del tornillo si apretáis demasiado se gasta y marca con nada, así que ojito también. por otro lado son dificilillos de encontrar, saltan con mirarlos, por lo emnos los de este modelo sin cabeza. Atentos que si se pierde uno adios muy buenas.
Tercero: Si te pensabas, como yo que quitando un asa, la otra se queda puesta y eso que me ahorro, no es así, digamos que las dos asas una vez montadas en la correa se introducen a la vez. Si intentas meter una mientras la correa está anclada a la otra sin quitar, la fuerzas.
Cuarto: Es importante: Resulta que ambas asas tienen en el centro un casquillo que las fija, ¿qué ocurre?, pues que al desmontarlas de la correa de serie, dicho casquillo queda en el centro de la misma oculto y no nos percatamos que quedó ahí. Por tanto al desmontar las asas y sacarlas de la correa habría que empujar con un destornillador para que dicho casquillo salga para poder introducirlo en la nueva.
Quinto: La idea es fácil: introduzco el casquillo en la nueva correa, pues no, porque es muy grueso y no cabe. Solución: con un destornillador algo más grueso “facilitamos abriendo un poco” el hueco para que el cuero dé un poco de sí o bien el propio pegamento ceda algo. Dado que las correas están pensadas para los pasadores normales o “pines” que son mas finos.
Después de todo lo cual montamos el conjunto y apretamos con sumo cuidado, je,je. Entretenido !!!
Os dejo este “MATERIAL COMPLEMENTARIO” por si os interesa completar información / datos.
Si os interesa el tema y la historia de los torpedos tripulados os recomiendo el libro, del cual se han extraído algunos pasajes.
LOS RAIDS DE LA DÉCIMA FLOTILLA MAS de Estéban Pérez Bolívar, (2017) de la colección Historia de los conflictos y Ediciones Salamina de 319 páginas y unos 19 euros de precio en la actualidad, y que podéis encontrar ya incluso en amazon.
La maqueta mostrada es el modelo slc maiale con tripulación de la marca italiana italeri. Es ésta:
La encontráis en tiendas de modelismo on line, físicas incluso en amazon, su precio ronda unos 25 euros aproximadamente en la actualidad.
En relación a la maqueta no dejéis de ver los siguientes videos, uno del montaje y pintado de la maqueta:
Y otro de la elaboración del diorama que evoca la incursión de los maili en el puerto de Alejandría. Está genial.
La medalla que se muestra es la Cruz al Mérito de Guerra italiana elaborada en bronce con cinta azul y blanca, y se otorgaba a la mayoría de los combatientes tanto de la Primera como la Segunda Guerra Mundial por servicio meritorio a los militares a los que se les había reconocido haber prestado servicio durante al menos cinco meses en una zona de guerra, que habían sufrido lesiones o mutilaciones en combate o bien que se habían distinguido en operaciones de gran importancia o si eran marinos, que habían completado un período de navegación de al menos 100 días.
Aquí encontráis más info acerca de dicha condecoración:
Si alguien está interesado en ella, la puede encontrar en plataformas de venta de militaria, incluso en generalistas como ebay y todocolección, aunque tiene que diferenciar la Cruz al Mérito de Guerra de Víctor Manuel III de Saboya que fue rey de Italia y quien la instauró en 1918 y tiene sus iniciales en el anverso que es la que se muestra según el momento histórico que nos ocupa de la WWII, de la de la República Italiana que en vez de dichas iniciales muestra RI en alusión a dicha República y que es posterior.
La correa mostrada es ésta, en 24 mm es un poco más cara, pero os aseguro que es grueso cuero, tiene el olor de los antiguos zapatos al sacarlos de la caja, no es una badanita fina pegada un polipiel. Viene grabada con el escudo de la Décima Flottiglia en ambas correas y con un pespunte color bronce muy a tono con el conjunto. Además en este caso viene con el ardillón, está muy bien de precio todo el conjunto.
Muchas gracias por vuestra paciencia al leer hasta aquí.
Saludos